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Explicaciones de la pobreza y justificación de la desigualdad social
Fecha
2019Registro en:
Explicaciones de la pobreza y justificación de la desigualdad social; 2° Congreso Nacional de Psicología "Construyendo saberes en torno a los Derechos Humanos y la Salud Mental en Psicología"; San Luis; Argentina; 2019; 244-244
978-987-733-178-3
CONICET Digital
CONICET
Autor
Cañadas Martinez, María Belén
Bastias, Franco Emmanuel
Avendaño, Pablo Agustin
Ghilardi, Lucia Mabel
Resumen
La pobreza es un fenómeno global que afecta a millones de personas a nivel mundial. Latinoamérica es considerada una de las regiones más desiguales del mundo, donde la inequidad ha adquirido un carácter estructural e histórico. En 2018, el Observatorio de Deuda Social Argentina informó que un 33,6% de la población argentina se encuentra en situación de pobreza, siendo esta cifra la mayor en la última década. Sin embargo, investigaciones explican que la desigualdad real difiere de la percibida, siendo además, considerada justa y legítima, lo que conduce a su perpetuación en el tiempo mediante la inacción social. Si bien son escasos, existen antecedentes que vinculan la justificación de la desigualdad social con sistemas de creencias y variables cognitivas. Entre estas variables, se encuentran las causas que las personas atribuyen al origen de la pobreza, clasificándolas en tres tipos: individuales, socioestructurales y fatalistas. Este trabajo pretende indagar y analizar la relación entre la justificación de la desigualdad social y las atribuciones causales de la pobreza en estudiantes universitarios. Para esto, se llevó a cabo un estudio cuantitativo de tipo descriptivo correlacional, en el que se administró un cuestionario de tipo autoadministrado a 536 estudiantes universitarios de la provincia de San Juan, de entre 17 y 49 años (M = 23,32; DT = 4,20). Los resultados señalan que tanto las atribuciones causales de la pobreza de tipo individual como las fatalistas, correlacionan de forma positiva con las distintas dimensiones de la justificación de la desigualdad. Es decir, los estudiantes que atribuyeron la pobreza a características individuales de la persona, como la falta de esfuerzo o motivación, y a factores fatalistas, como la mala suerte o la voluntad de Dios, presentaron mayor justificación de la desigualdad que aquellos que aludían a factores socioestructurales. Asimismo, se destaca una alta intensidad en la correlación entre atribuciones de tipo individuales y la dimensión económica de justificación de la desigualdad. Estos hallazgos coinciden con los resultados de estudios previos. Se espera que las contribuciones de este estudio no solo promuevan una articulación entre las perspectivas teóricas abordadas, sino que además, contribuyan a la compresión de la pobreza y la desigualdad como base para acciones políticas y sociales que promuevan una sociedad más justa.