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Nutricion e inmunidad
Date
2006Registration in:
Marcos Sánchez, Ascención; Nova Rebato, Esther; Perdigon, Gabriela del Valle; de Moreno, Maria Alejandra; Nutricion e inmunidad; Elsevier Masson; 2006; 482-490
978-84-458-1528-1
CONICET Digital
CONICET
Author
Marcos Sánchez, Ascención
Nova Rebato, Esther
Perdigon, Gabriela del Valle
de Moreno, Maria Alejandra
Abstract
La relación existente entre el estado nutricional de una persona y su resistencia a padecer infecciones es un hecho ya conocido desde hace tiempo. Sin embargo, es mucho más reciente el descubrimiento de algunos de los mecanismos que pueden explicar el papel de los nutrientes en la función inmunitaria. Para que esta se lleve a cabo con normalidad se requiere un grado adecuado de nutrientes en el organismo. El hecho de que el sistema inmunitario dependa de la disponibilidad de nutrientes se puede explicar por dos motivos: a) la necesidad de sintetizar nuevas moléculas durante el desarrollo de las respuestas inmunitarias (p. ej., los aminoácidos son necesarios para la síntesis de proteínas de fase aguda), y b) por su utilización en los fenómenos de división y diferenciación celular que ocurren durante la expansión clonal que da origen al ejército de células que atacan y eliminan el patógeno invasor. No obstante, hay que tener en cuenta que los nutrientes no sólo influyen sobre los mecanismos encargados de defender a nuestro organismo de los patógenos que causan las enfermedades infecciosas, sino que otras funciones en las que está implicado el sistema inmunitario, pueden alterarse por desequilibrios en los grados de nutrientes o causas relacionadas con la nutrición. Entre dichas funciones se incluyen: a) el mantenimiento de la homeostasis inmunológica o retorno al equilibrio tras las respuestas disparadas por las células inmunitarias; b) la comunicación bidireccional que normalmente se establece con los sistemas nervioso y endocrino a través de los neurotransmisores y hormonas, y c) el fenómeno de la tolerancia hacia lo propio, gracias al cual el sistema inmunitario no reacciona frente a las células del propio organismo. Un desequilibrio en alguna de estas funciones del sistema inmunitario puede ocasionar situaciones patológicas como alergias, enfermedades autoinmunes, inflamaciones crónicas, etc.