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¿Quién tiene derecho a vivir en la Argentina? El caso de la Oficina de Solidaridad con el Exilio Argentino y el diseño de políticas para el retorno de exiliados de la última dictadura
Autor
Schierloh, Melina
Institución
Resumen
El presente trabajo forma parte de uno más amplio que realizo en el marco de la Maestría
en Desarrollo Humano de la Fac. Latinoamericana de Cs. Sociales cuyo objetivo es analizar
las políticas públicas para la población exiliada y retornada de la última dictadura
cívico-militar
.
Entre los años 1974 y 1979, un número muy elevado de argentinos se fueron al exilio, si
bien este número es variable y con escasa documentación que pueda contrastarlo, algunos
autores coinciden en que es un número cercano a 40 mil (Lastra, 2012:3), cuyos destinos
principales fueron México y España, luego Francia, Suecia, Alemania, y Venezuela, entre
otros
. Con la actuación de la Triple A ya se habían hecho evidentes las primeras salidas del país, pero fue con la inauguración del Golpe de Estado, en marzo de 1976 que estos exilios
se elevaron estrepitosamente. De 1979 a 1982 continuó el proceso de exilio, pero con
números sustancialmente más bajos.
Tras la derrota en la Guerra de Malvinas y la evidente debilidad de la junta militar se
produjeron los primeros retornos en 1982 y 1983 pero fueron escasos y quienes volvían lo
hacían por sus propios medios. Sin embargo, durante los años subsiguientes, 1984-85 se
produjo el grueso de las repatriaciones de aquellos argentinos que se exiliaron durante el
período anterior.
Señalamos no sólo la complejidad de lo cuantitativo del fenómeno del retorno, sino
también, y, sobre todo, las condiciones en que se encontraba el país para recibir a esta parte
de la población que había estado expectante del devenir político para volver. En este
sentido, la explosión de los retornos, entre los años 1983 y 1985, dejaron entrever un
Estado que no tuvo un mensaje claro sobre el exilio y que, en consecuencia, no articuló
mecanismos que pudieran allanar el camino.
Nuestro país fue el primero que transitó una temprana salida democrática tras la caída de la
junta militar si analizamos las dictaduras de la región, lo que implicó que no hubiera
“modelos a seguir” en cuanto a repatriación de exiliados. El trabajo de la Oficina de
Solidaridad para el Exilio Argentino es más destacable aún en este escenario, donde la
realidad parecía desbordar los mecanismos de acción y donde las organizaciones que la
conformaron supieron urdir una red que contuviera a los retornados.
Si bien OSEA estuvo activa durante un período de cinco años (junio de 1983 a junio de
1988) tuvo una trayectoria muy intensa dada por la dinámica cambiante de los años de la
posdictadura. De ella, seleccionamos algunos elementos que nos permitirán ilustrar el
funcionamiento de la oficina y encontrar algunos indicadores para el análisis de las
políticas que implementaron.
Para esta ponencia hemos recurrido a documentos del archivo de OSEA que se encuentra
en el CELS, a la publicación periódica que produjo la Oficina –la revista Reencuentro- y a
entrevistas personales: con quienes estuvieron a cargo de distintas tareas en la Oficina y con
exiliados-retornados. A todos ellos, agradecemos muy especialmente. Fil: Apellido, Nombre. Universidad Nacional de Rosario. Facultad de Humanidades y Artes; Argentina