La conocida máxima de Delfos, aquella que amonesta a "conocerse a sí mismo", ha sido para la filosofía en general, motivo de una profunda reflexión. Desde Sócrates hasta nuestros días, pensar filosóficamente al hombre ha significado una continua vuelta sobre la consigna del templo apolíneo. Sin embargo, las diversas meditaciones sobre el tema han conservado matices propios capaces de abrir nuevos campos de conocimiento. El caso del siglo XIII, en particular el de Alejandro de Hales, llama la atención por vincular al "gnôthi seautón" con un doble conocimiento: el de las cosas y el de su Origen. Conocerse, para el Halense, es conocer las cosas en su Principio, es decir como vestigios de la entidad, unidad, verdad, bondad y belleza divinas. Pero más aún, reclama para ese conocimiento un particular tipo de intuición capaz de comprometer a la totalidad de la persona.De este modo, el presente proyecto propone abordar aquella especial terapia que propone Alejandro de Hales en torno al conocimiento de sí, pero acotándose al singular papel que en ello tiene la belleza.The well-known maxim of Delphi, that admonishes "to know oneself", has been for philosophy in general, reason for deep reflection. From Socrates to the present day, philosophically thinking about man has meant a continuous return on the aphorism of the Apollonian temple. However, the diverses meditations on the subject have retained their own nuances capable of opening new fields of knowledge. The case of the thirteenth century, in particular that of Alexander of Hales, draws attention by linking the "gnôthi seautón" with a double knowledge: that of things and that of their Origin. To know oneself, for the Halense, is to know things in their Principle, that is, as vestiges of the divine entity, unity, truth, goodness and beauty. But even more, it demands for that knowledge a particular type of intuition capable of committing the whole person.In this way, the present project proposes to approach that special therapy that Alexander of Hales proposes around self-knowledge, but limiting itself to the singular role that beauty plays in it.