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Efectos de la adopción de dietas saludables sobre la ocupación de la tierra, la emisión de gases de efecto invernadero y el consumo de energía fósil y agua dulce en Argentina
Effects of the adoption of healthy diets on land occupation, greenhouse gas emissions and consumption of fossil energy and fresh water in Argentina
Fecha
2021Autor
Arrieta, Ezequiel M.
Institución
Resumen
Ante el gran desafío que implica alimentar a una población que crece, cambia sus dietas y estilos de vida, al mismo tiempo que se conservan los recursos naturales y protege la biodiversidad, se han propuesto múltiples estrategias para lograr la sustentabilidad de los sistemas alimentarios global y nacional. Sin embargo, las estrategias que dominaron los debates académicos y productivos históricamente han sido dos: (1) cambiar la forma de producir los alimentos en el campo con el objetivo de incrementar la eficiencia de los sistemas productivos, y (2) reducir las pérdidas y desperdicios a lo largo de la cadena agro-alimentaria. Pero a pesar de que se construyan modelos productivos capaces de proveer alimentos en cantidad suficiente y calidad adecuada, las elecciones de los consumidores pueden finalmente determinar la demanda de alimentos y, en consecuencia, el uso de los recursos naturales y el deterioro del ambiente. A esto se suma que las elecciones alimentarias también afectan a la salud humana de manera significativa y, junto con el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol son, en gran parte, responsables de la elevada prevalencia actual (y creciente) de las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT). De esta manera, se ha propuesto que la adopción de dietas saludables representa una valiosa herramienta para contribuir a la mitigación de las crisis ambiental y de salud pública que estamos enfrentando. Dado que las dos primeras estrategias han sido contempladas en nuestro país y forman parte de la agenda académica, gubernamental y productiva, ésta Tesis se propone explorar la huella ambiental asociada a la adopción de dietas saludables en la Argentina, utilizando cinco indicadores de impacto ambiental: ocupación de total de la tierra, demanda de tierra de cultivos, emisión de gases de efecto invernadero, consumo de energía fósil y uso agua dulce. Dado el importante rol que tienen los productos animales sobre la huella ambiental de las dietas y los sistema alimentarios, primero se cuantificó la huella ambiental para producir los cinco principales alimentos de origen animal consumidos en Argentina (carne vacuna, porcina y aviar, leche y huevo) (Objetivo 1). Luego, se calculó la huella ambiental de la dieta argentina mediante un modelo del sistema alimentario nacional que conecta el consumo de alimentos en el hogar con la producción en el campo (Objetivo 2). Finalmente, se desarrollaron diferentes escenarios dietarios para analizar el efecto de la adopción de dietas saludables a nivel nacional sobre los indicadores mencionados anteriormente (Objetivo 3). Además, se analizó la calidad y el costo de las dietas a fines de enriquecer el análisis. El patrón alimentario actual en la Argentina es sorprendentemente homogéneo en todos los estratos socio-económicos y se caracteriza por un alto consumo de carnes rojas y procesadas, cereales refinados (particularmente panificados y galletitas), vegetales ricos en almidón, y ultra-procesados (incluyendo bebidas azucaradas), así como por una baja ingesta de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, pescado, frutos secos y semillas. Esto significa que la población argentina está lejos de tener una dieta saludable debido a la gran exposición a factores de riesgo dietarios relacionados con el desarrollo de ECNT. Además, dada la preferencia por los alimentos de origen animal (especialmente carne vacuna) y las particularidades de los sistemas productivos que los proveen, la dieta argentina presenta una muy alta emisión de GEI y ocupación de la tierra (totales y de cultivo), y un muy bajo consumo de energía fósil y agua dulce. La adopción de dietas saludables en la Argentina tiene el potencial de mejorar significativamente la salud de la población y de reducir algunos aspectos de la huella ambiental de los consumidores y del sistema alimentario nacional. En este sentido, la adopción de dietas saludables tiene el potencial de reducir las emisiones de GEI y la ocupación de la tierra hasta un 79% y un 88% respectivamente, principalmente debido a una disminución en el consumo de alimentos de origen animal (particularmente carne vacuna). Sin embargo, debido principalmente a un incremento en la demanda de verduras, frutas y frutos secos, también pueden aumentar el consumo de agua dulce y de energía fósil hasta un 200% y un 100%, respectivamente. Además, las dietas saludables son más costosas que la dieta promedio en Argentina, lo que implica que una importante proporción de la población no puede afrontar los gastos asociados. Pero, a pesar de esta generalidad, existe una diversidad en el impacto a la salud, la huella ambiental y el costo de las dietas saludables que deben ser considerados. Indudablemente, la adopción de dietas saludables representa un gran desafío en la Argentina debido a la mala calidad de la dieta actual y al profundo arraigo cultural asociado a la carne en general, y a la vacuna en particular. Sin embargo, dicha acción tiene el potencial de contribuir a mitigar la crisis sanitaria y ambiental que afronta el país. Aún así, sorprendentemente, incluso con una población dispuesta a adoptar una dieta saludable y un gobierno preparado para acompañar el proceso, el sistema alimentario nacional tiene importantes limitaciones a la hora de proporcionar los alimentos necesarios para toda la población. Por lo tanto, la alineación de las políticas de producción agrícola y ambiental con las de salud humana podría tener importantes beneficios sinérgicos.