bachelorThesis
Polución en el invierno polar
Fecha
2020Autor
Fenoglio, Tomas Benjamín
Institución
Resumen
Tenía que hacer este corto. ¿Cómo no? Si desde chico me fascinó Buñuel y esas hormigas saliendo de esa mano. Luego descubrí a Charlie Kaufman, y quedé un poco atrapado para siempre en el piso 7 y ½. Llegué a Cronenberg, y me tapé los ojos a medias para no ver pero ver esas criaturas pesadillescas y cautivadoras. Después Fellini, Lynch, los hermanos Coen, Terry Guilliam… y René Laloux.
La animación siempre me intrigó y apasionó. (Considerando que hice mis primeros intentos de animación por computadora siendo todavía un niño se podría esperar un mejor nivel a esta altura pero en fin...). Planeta salvaje, El viaje de Chihiro, Paprika, Anomalisa, Despertando a la vida, Los Dientes del mono, Los escarabajos… Cuando leí La Nariz, de Nicolai Gogol, me impactó de tal manera que reí muy seriamente a carcajadas. Había algo de lo que había hecho Gogol ahí que yo también quería hacer.
¿Y a quién no le gusta contar sus sueños? Cuanto más vívidos y disparatados, cuanto más resonantes con nuestras vidas y a la vez misteriosos, más fascinantes y mayores los deseos de compartirlos. ¿Y qué mejor herramienta para eso que el cine, “la fábrica de sueños”? Se dice a veces que las películas son sueños compartidos. Cuando las películas son oníricas, la metáfora se vuelve muy cercana a ser realidad.
Tenía que intentarlo, al menos. Había que hacer un trabajo final de carrera. Y me dedico —y me siento muy agradecido por ello— a la animación. Y me gusta actuar. Y me intrigaba combinar animación y filmación. Y el cine y los sueños para mí siempre fueron pasiones vinculadas. No solo porque me gusta el cine onírico, como ya dejé claro. Durante la carrera, en un momento empecé a soñar en planos cinematográficos. Pensaba y veía, durante los sueños, planos y contraplanos, raccords... Un sueño terminó con un zoom out, y pensé, mientras lo soñaba, “ahora hacemos un zoom out”.
No había muchas otras posibilidades. Tenía que hacer un corto onírico. Y tenía que hacerlo con animación e imágenes de acción en vivo. Quedaba la pregunta del ¿cómo? Lo que sigue es un recorrido por las respuestas que, para mal o para bien, encontré.