dc.contributorhttps://orcid.org/0000-0003-3602-9115
dc.contributor0000-0003-3602-9115
dc.contributorhttps://orcid.org/0000-0003-3602-9115
dc.creatorTerán Fuentes, Mariana
dc.date.accessioned2019-09-04T17:44:10Z
dc.date.available2019-09-04T17:44:10Z
dc.date.created2019-09-04T17:44:10Z
dc.date.issued2015
dc.identifier0185-3929
dc.identifierhttp://ricaxcan.uaz.edu.mx/jspui/handle/20.500.11845/1068
dc.identifierhttps://doi.org/10.48779/rwx7-gz93
dc.description.abstractHace algunos años, Carlos Pereyra se preguntó ¿historia para qué? La respuesta que el filósofo mexicano formuló fue que la historia puede tener una función pragmática, es decir, utilizada, como lo ha sido, por los grupos en el poder para legitimar su posición ante la sociedad. De ahí parte de su legitimidad. Sin embargo, Pereyra fue más allá de las pretensiones políticas: la historia sirve también para contribuir y ensanchar el horizonte de explicación e interpretación que tienen los hombres no sólo sobre su pasado, sino sobre todo para comprender su tiempo presente. De ahí su legitimidad. Pereyra puso en diálogo a la historia en su doble carácter: como ideología y como ciencia. La historia como disciplina científica ha servido para proponer planos de interpretación de los procesos humanos en el tiempo más allá de sus usos políticos.
dc.languagespa
dc.publisherEl Colegio de Michoacán
dc.relationgeneralPublic
dc.rightshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/us/
dc.rightsAtribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Estados Unidos de América
dc.sourceRevista Relaciones, No. 141, invierno 2015, pp. 285-305
dc.titleGenaro Zalpa Ramírez, Cultura y acción social. Teoría(s) de la cultura, México, Universidad Autónoma de Aguascalientes, Plaza y Valdés, 2011, 277 p.
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/review


Este ítem pertenece a la siguiente institución