Roles de género en la práctica formativa del derecho: Reflexiones desde la facultad de Derecho Universidad Libre Cali
Registration in:
978-958-5545-98-4
Author
Rojas Pérez, Alexandra
Mejía Ojeda, Carmen Daniela
Rivera Cepeda, Geraldine
Jaqueline, Caicedo
Trejos Trejos, Jenny Marcela
Dorado Zuñiga, Ofelia Cecilia
Mendieta Pineda, Luz Mireya
Institutions
Abstract
En el contexto actual colombiano y la realidad que viven las mujeres en el mundo el enfoque de género no solo es un tema coyuntural sino fundamental para la construcción de políticas públicas que garanticen los derechos y libertades de las personas, en este sentido partiendo del rol que tienen las instituciones de educación superior como entidades a cargo de la formación
de los futuros profesionales y el fortalecimiento de las estructuras sociales para el desarrollo sostenible de las sociedades a través de las funciones sustantivas que la integran, la investigación, docencia, proyección social y extensión, definidas por Fabre (2005) como: La docencia como proceso de enseñanza y aprendizaje de los conocimientos, producidos a través de investigación científica representada en las diferentes ciencias y constituye el contenido de las disciplinas.
La extensión universitaria interrelaciona la docencia y la investigación a través de la promoción de estas acciones al entorno social para satisfacer las necesidades del desarrollo cultural y la solución de problemas de la práctica social (p.3).
Y definidas también por la UNESCO en su informe a la comisión internacional sobre la educación superior para el siglo XXI como centros de ciencia y fuente de conocimientos que llevan a la investigación teórica o aplicada a la formación de profesores, medio de adquirir calificaciones profesionales, conforme a unos contenidos adaptados constantemente a las necesidades de
la economía, en la que se reúnen los conocimientos teóricos y prácticos a un alto nivel y plataforma privilegiada de la educación durante toda la vida, al abrir sus puertas a los adultos que quieran reanudar los estudios, adaptar y enriquecer sus conocimientos o satisfacer sus ansias de aprender en todos los ámbitos a la vida cultural. (Delors, J., Amagi, I., Carneiro, R., Chung, F., Geremek, B., Gorham, W., ... & Stavenhagen, R, 1997).
En este sentido la educación superior desde una perspectiva transformadora e integral tendría que estar abierta a la transformación constante de la persona, reinventándose y deconstruyendo sus contenidos en torno a los hechos actuales, pero cuando estas realidades confrontan las relaciones de poder que surgen entre los seres humanos por su condición de raza, sexo,
etnia, religión, clase social, etc. no son tan sencillas de asimilar y por tanto se convierten en conflictos que trascienden en el tiempo y que muestran las grandes dificultades de las personas para construir relaciones en torno al diálogo desde la diferencia, es precisamente esto lo que ha hecho que las mujeres sean consideradas párate de las poblaciones en condiciones de
vulnerabilidad, pues el mundo ha sido construido y diseñado por hombres, blancos, ricos y con una fe arraigada en las religiones más antiguas que difícilmente avanzan en el tiempo y acogen las realidades del mundo contemporáneo y en este sentido estructuras rígidas frente a otras formas de ver y vivir el mundo.
El empoderamiento de la mujer a lo largo de la historia en gran parte ha sido gracias a la educación, desde que se le ha permitido acceder a nuevos conocimientos sus expectativas de vida y construcción personal se ha ampliado, tanto así que su interés por participar activamente en la construcción de sociedad va en aumento y su participación activa en las lucha social, la
construcción de escenarios de pensamiento para las mujeres donde se les permita estar, hacer y ser desde sus propias experiencias de vida y donde los roles que ocupan la fortalezcan.