dc.creatorGarcía Moreno, Beatriz
dc.creatorArango, Débora
dc.date.accessioned2019-06-29T16:30:34Z
dc.date.available2019-06-29T16:30:34Z
dc.date.created2019-06-29T16:30:34Z
dc.date.issued1997-01
dc.identifierISSN: 0122-9613
dc.identifierhttps://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/53178
dc.identifierhttp://bdigital.unal.edu.co/47705/
dc.description.abstractAl contemplar la pintura de Débora Arango no es posible dejar de sentir un hondo dolor acompañado de una cierta serenidad o mejor de algo que podría catalogarse como resignación a vivir, asombro ante el hecho de estar vivo, asombro ante un mundo extraño con el cual no parecería haber punto de contacto, impotencia ante un mundo hostil y violento, un mundo donde la muerte parece estar presente, un mundo donde vivir es una tarea muy difícil. Pero en este mundo, a través de grietas, florecen las imágenes de esta pintora, en colores intensos que lo cuestionan, en volúmenes fuertes que lo recriminan, en figuras que ponen de presente, duplicándolas, coloreándolas, deformándolas, aquellas formas que no encuentran un lugar, que no encuentran vínculo, aquel desmembrarse en individualidades que apenas si se reconocen. Muchas de sus pinturas recrean temáticas que evidencian un gran dolor, que narran una inmensa impotencia ante la vida, o que cuentan la resignación a vivir en esos intersticios. Estas temáticas, motivos que impulsan el cuadro recogen situaciones límites donde la vida transcurre en el borde de la muerte, donde lo incierto acompaña cada gesto, donde el futuro muchas veces no se vislumbra como un cambio hacia una situación de mayor dominio de ese entorno. Sus pinturas son figuras indefensas expuestas a la miseria, figuras indefensas expuestas al hambre, a la prostitución, a la violencia, al poder sea este político o religioso o de género; son seres humanos que deambulan como fantasmas en mundos que no parecen contenerlos, cuya contensión parece ser su propio cuerpo, un cuerpo que se gestualiza con el dolor, con el asombro, con el temor, con la resignación, pero que también parece estar sobrepasado por lo que ocurre. Débora Arango nace en Medellín en 1910 en un momento cuando el mundo está abriéndose definitivamente hacia la individualidad estética, donde la libertad del artista responde a su propia situación en él, donde no hay barreras de temáticas, sino un dejarse llevar por el deseo de pintar esa vida que circunda, que se capta en cada gesto, en la naturaleza, en la heroicidad que parece estar allí contenida en cada acto de la cotidianidad. Ella se cuela en él, hace parte de él, desafiándolo con sus motivos, con sus colores, con sus pinceladas que traen a cuento la fuerza con la que busca comunicarse, con el dolor que parece rodear sus líneas.
dc.languagespa
dc.publisherUniversidad Nacional de Colombia, Escuela de Estudios de Género, Grupo Mujer y Sociedad / Corporación Casa de la Mujer de Bogotá
dc.relationUniversidad Nacional de Colombia Proyectos Temáticos Biblioteca Digital Feminista Ofelia Uribe de Acosta BDF Arte, cine y literatura
dc.relationArte, cine y literatura
dc.relationUniversidad Nacional de Colombia Proyectos Temáticos Biblioteca Digital Feminista Ofelia Uribe de Acosta BDF Subjetividades e identidades
dc.relationSubjetividades e identidades
dc.relationGarcía Moreno, Beatriz and Arango, Débora (1997) Débora Arango: qué dificil es vivir! En otras palabras... "Mujeres, ética, política y participación" (2). pp. 61-64. ISSN 0122-9613
dc.rightsAtribución-NoComercial 4.0 Internacional
dc.rightshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess
dc.rightsDerechos reservados - Universidad Nacional de Colombia
dc.titleDébora Arango: qué dificil es vivir!
dc.typeArtículo de revista


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