Trabajo de grado - Doctorado
La quietud: experiencia estética del tiempo en la construcción narrativa de la ciudad onettiana
Fecha
2018-09-13Autor
Ortiz Nieves, Ruth Ángela
Institución
Resumen
Con el título de esta tesis, “La quietud: experiencia estética del tiempo en la construcción narrativa de la ciudad onettiana”,se asume la obra literaria como acontecimiento y, como tal, se encuentra en situación: los textos tienen unos modos de existencia que hasta en sus formas más sublimadas están siempre ‘enredados’ (Said, 2004, p.54)con la circunstancia, el tiempo, el lugar y la sociedad; entreverados éstos en la dramaturgia de la vida de los hombres y de los objetos, suspendidos en una especie de hipertexto que pone límites a la repetición de la gregariedad y expande las emociones del cambio y la inquietud en la paradójica quietud de un movimiento pendular que nos hace pensar que estamos vivos y somos otros. Este espacio/tiempo de la inquietud en la quietud, la ciudad, ha sido nombrada, analizada e interpretada desde distintos flancos del conocimiento. Entretelones, las ciudades como los hombres y como la vida, nacen y mueren. Ciudades. Escritas, imaginadas, invisibles, literarias; ciudades utópicas, leídas, letradas, verdes, apocalípticas; ciudades ritualizadas, culturales, industriales, tropicales; ciudades vigiladas, ciudades de la memoria, ciudades olvidadas, ciudades como texto, ciudades como cuerpo. Ciudades. Habitamos en ellas, sean más grandes o más pequeñas, más o menos industrializadas, con buenos o no tan buenos lugares para el arte, la literatura, el café, el trabajo, el ocio, la educación, en fin, para la vida. Nos deslizamos por ellas en una suerte de constitución mutua, de simbiosis, de conjugación permanente que nos hace sus residentes y por ellas resididos. La ciudad puede ser considerada un espacio objetivo, concreto y de concreto e, igualmente, puede ser un lugar creado, ficticio, hecho de palabras, de lenguaje, de imaginación y de vida. La ciudad también está hecha de literatura. Cada ciudad tiene, incuestionablemente, un valor literario propio. Un amplio campo de indagación que pasa por la sociología, la antropología, el urbanismo, la semiótica, la literatura y la filosofía, entre otras aproximaciones realizadas por las ciencias humanas y sociales, ha propiciado terrenos de fértil producción investigativa sobre la ciudad. Así, ha sido nombrada, concebida y explicada a la luz de diversas designaciones, entre otras, las mencionadas en el párrafo precedente. Transitar la ciudad, deslizarse en ella para dejarse cautivar por las percepciones derivadas del lenguaje, del espacio, de la subjetividad, supone indagar los elementos estéticos que se logran tejer desde los artificios de la literatura a través de las imágenes y representaciones del mundo de la vida allí creada se imaginadas por un mecanismo de síntesis, el lenguaje, abierto a las encrucijadas de las interpretaciones; cerrado, en el silencio de lo no-dicho, en la suspensión del acto dramático, en la ilegibilidad de la escritura no domesticada por las exégesis que medran sobre las superficies del avatar humano.