dc.description.abstract | En los últimos años, se ha incrementado el interés teórico y mediático sobre situaciones relacionadas a la participación y la democracia en Chile. Esto presumiblemente porque en la actualidad, Chile pasa por un período crítico a nivel general en estos temas (Corvalán & Cox, 2012).
Por un lado, desde distintos sectores políticos se cuestiona la enorme desigualdad social que presenta nuestro país (Lefin, 2015; Sanhueza y Kremerman, 2015). Por otra parte, tanto en la prensa, en las mismas esferas de élite, como en los estratos más explotados del país, se habla de una “crisis” y deslegitimación en cuanto a representación política (Centro de Estudios Públicos [CEP], 2011). Es posible estimar que tal escenario radica, entre otras razones, por los numerosos hechos de corrupción y financiamiento ilegal por parte de empresarios hacia las campañas políticas de actuales representantes del país (CNN Chile, 2015; Faúndez, Miranda & Firedey, 2015); y a su vez, a los escasos avances por parte del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo en materias fundamentales para la sociedad chilena como salud, vivienda, educación, entre otros | |