dc.contributorVidal V., Sebastián
dc.contributorFacultad de Filosofía y Humanidades
dc.contributorDepartamento de Arte
dc.contributorMagíster en Estudios de la Imagen
dc.creatorRobles Hernández, Sebastián
dc.date2019-08-22T02:22:49Z
dc.date2019-08-22T02:22:49Z
dc.date2019
dc.date.accessioned2019-11-20T20:49:50Z
dc.date.available2019-11-20T20:49:50Z
dc.identifierhttp://repositorio.uahurtado.cl/handle/11242/24544
dc.identifier.urihttp://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/3035180
dc.descriptionTesis para optar al grado de Magíster en Estudios de la Imagen
dc.descriptionVersión impresa disponible en la Biblioteca Universidad Alberto Hurtado
dc.descriptionPor medio de ciertas inflexiones producidas en el arte contemporáneo chileno, la presente tesis aborda un estudio sobre los modelos de identificación de delincuentes en el país. En este sentido, esta investigación intenta favorecer la compresión de las diferentes capas detrás de aquellas fotografías que fueron utilizadas como un instrumento para reconocer a los individuos que actuaban al margen de la sociedad civil. Las obras a analizar pertenecen a los artistas chilenos Bernardo Oyarzun, Eugenio Dittborn y Claudio Correa, quienes comparten la fijación por un medio que durante más de un siglo ha descrito e identificado a los rostros de los criminales en Chile. La selección de obras de estos tres artistas permiten reubicar la tradición del retrato al interior de las artes visuales, dado que el atestiguamiento que brinda la impresión lumínica de la fotografía configura una imagen sintetizada del rostro de los delincuentes por medio de una red prototípica que determina la identificación. Las diversas operaciones que realizaron estos artistas nos permiten repensar las extensiones mediales y discursivas de la fotografía de identificación, tanto a partir de la noción de indicial como también, de los fenómenos de apreciación correspondientes a su masificación, circulación y recepción. En este sentido, a partir de la obra, Bajo Sospecha (1998) de Bernardo Oyarzún, se analiza el determinismo biológico con que se racionaliza el retrato del delincuente al presentar su autorretrato bajo una red de estereotipación racial y sociocultural para reflexionar en torno a la operación que reposiciona los medios disciplinares de observación mediante un proceso de representación visual que subraya además la condición marginal del artista frente a la escena local del arte. A partir de los procedimientos utilizados por Eugenio Dittborn para realizar sus primeras Pinturas Aeropostales, podemos comprender el gesto de apropiación del artista y reflexionar en torno a la manera en que la imagen fotomecanizada de los delincuentes en las revistas policiales van a constituir un nuevo sentido de mediación que extiende las posibilidades semánticas de la pintura chilena a mediado de los años 80’. Finalmente el análisis de la obra Agencia Intermediaria y Perdidos: tres crónicas de una rehabilitación conductual masculina de Claudio Correa se centra en los procedimientos que el artista llevó a cabo entre los años 2009 y 2010, en una residencia realizada en un centro ‘semicerrado’ del SENAME, en la ciudad de Valdivia. Allí, Correa desarrolla un taller de dibujo de retrato, junto a un grupo de internos, por medio de un software digital que cuenta con 568 patrones fisionómicos que facilitan el reconocimiento de un retrato hablado
dc.format146 h.
dc.languagees
dc.publisherUniversidad Alberto Hurtado
dc.subjectIconografía -- Chile
dc.subjectArte -- Chile
dc.subjectDelincuentes -- Identificación -- Chile
dc.titleIconografías de lo anormal. Estudios del retrato de identificación del delincuente desde las artes visuales en Chile
dc.typeTesis


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