Libros
De aula y campo: reflexiones en torno a la enseñanza y aprendizaje de la etnografía
Autor
Piña, Leonardo
Pinochet, Carla
Ríos, Camila
Institución
Resumen
La etnografía es un viaje al corazón de lo invisible. A través de sus hallazgos, procura reconfigurar el rostro de las muchas humanidades entreveradas en los procesos vivientes y contribuir a enanchar los márgenes posibles del ser humano. Sin etnografía la antropología no tiene sentido, carece de las noticias que la tornan relevante en el concierto de las ciencias sociales (Guber, 2017). Huelga decir que sin cultores o cultoras no hay edificio posible. Así lo hemos entendido quienes concurrimos a la formación de las nuevas generaciones en el campo. Las opciones que hemos escogido para el entrenamiento de los etnógrafos y etnógrafas son claras: optamos, en primer término, por formar antropólogos y antropólogas en el pregrado, lo que en sí amerita alguna reflexión. En lo medular podemos decir que, en un país donde prima la invisibilidad del otro ¿cualquiera que el otro sea?, la multiplicación de voces es una multiplicación de mundos y, en este sentido, una forma de ejercer una educación cívica ¿qué es, a la vez, cultural? cuyo destinatario es la sociedad en su conjunto. Chile, debemos señalar, un país profundamente inmerso en las tramas comerciales internacionales y estratificado en su condición más íntima, se ha habituado a pensarse a sí mismo como *europeo*, y a nunca reconocerse como una sociedad mestiza. Sus élites han construido un imaginario afincado en tradiciones occidentalizadoras y una vasta porción del pueblo ha asumido como propia la condición de (querer) ser algo distinto a una nación latinoamericana, mestiza e indígena. La opción no es, pues, solo pedagógica o metodológica; refleja el posicionamiento reflexivo y crítico que deseamos imprimir al quehacer universitario.