| dc.description.abstract | La inversión inmobiliaria ha sido una de las actividades productivas más ligadas al Estado, de la que funcionarios han lucrado económicamente y políticamente. Es una actividad clave en el funcionamiento de la acumulación de capital, por su capacidad de empuje a múltiples ramas de la actividad productiva y por su función coyuntural anticíclica. El capital inmobiliario ha dejado la dependencia exclusiva del contratismo público en el mercado nacional, como su principal fuente y referente de negocios, para volverse más especializado y competitivo en el marco internacional que ha impuesto apertura de las fronteras, mayor competitividad de la rama y su apertura a la inversión externa. Con el predominio del neoliberalismo las empresas de inversión inmobiliaria producen sobre nuevas reglas, amplían su actividad a otras ramas, se internacionalizan, participan en la competencia mundial, se vuelven más especializadas, más profesionales, utilizan nuevos instrumentos de financiamiento, se benefician de los rescates gubernamentales, participan en las subastas constructivas, en las licitaciones de grandes obras de equipamiento e infraestructura nacional e internacional y en los procesos de privatización empresarial. | |
