Tesis
Reforma previsional : su aplicabilidad y efecto sobre el APV
Autor
Contreras Vilchez, Belén
Medel Torres, Alejandro
Saavedra López, Francisca
Institución
Resumen
La población en nuestro país ha presentado cambios significativos en las últimas décadas, la cantidad de adultos mayores han aumentado sostenidamente y se espera que para el año 2020 haya más de tres millones de ancianos. Esto se encuentra estrechamente relacionado con el aumento en la esperanza de vida, ya que hace 50 años atrás las personas esperaban vivir 20 años menos.
Dada esta situación, el gobierno ha visto la necesidad de mejorar el sistema de pensiones chileno, con el fin de asegurar una vejez más digna para esta creciente población. Esta reforma reforzará a los tres pilares fundamentales en los que se basa este sistema.
Esta investigación se basa en el tercer pilar, el ahorro voluntario, y el objetivo es evaluar si el actual sistema de ahorro previsional voluntario está funcionando adecuadamente, es decir, si los incentivos son correctos y utilizados por el segmento que afectivamente requiere mayores tasas de ahorro. Adicionalmente se evalúa el proyecto de reforma previsional que hoy se encuentra en el Senado; en este proyecto, se plantean algunas alternativas para ampliar la cobertura, por lo cual resulta pertinente evaluar si realmente servirán o no.
La hipótesis es que el actual sistema no esta siendo aprovechado por los diferentes grupos socioeconómicos, he incluso que esta falta de cobertura no será solucionada por la reforma previsional, en actual tramitación.
Para llegar a analizar el tercer pilar es necesario conocer como funciona el actual sistema previsional en Chile y como dice la teoría económica que debiese funcionar.
En base a la teoría, el Estado puede limitar los problemas de agencia en la administración de fondos de pensiones aplicando regulaciones bien diseñadas. Existen dos tipos de regulaciones, ex-ante y ex-post, las cuales no son incompatibles en la práctica.
Existe un gran riesgo de que el directorio estatal este integrado a la supervisión, pues se accede a máximas facilidades para invertir los fondos en áreas de interés del gobierno en turno. En aquellos casos donde los fondos de pensiones fueron administrados por el poder político las rentabilidades anuales fueron negativas y cercanas al -15%. Por otro lado, la experiencia en países donde si hubo privatización en los fondos de pensiones la tasa de rentabilidad del fondo se elevó en 437 puntos bases, confirmando la teoría de que la privatización protege significativamente la rentabilidad de los fondos de pensiones.
En el caso Chileno se ve la presencia de ambos sistemas, hasta 1980 había un Sistema de Reparto, en el cual los trabajadores activos financiaban a los pensionados a través de las cajas de previsión administradas por el gobierno; pero, el aumento de los ancianos y la disminución de la población activa versus la pasiva hizo insostenible este sistema dando paso al sistema de Capitalización Individual, donde cada persona ahorraría durante su edad activa para su propia vejez, pudiendo elegir la AFP que quiera que administre sus fondos.
A pesar de esta gran reforma, el sistema aún presenta falencias en cuanto a la cobertura. Existe una densidad de cotizaciones de carácter bimodal, en la cual los hombres alcanzan una densidad promedio del 60%, mientras que para las mujeres es del 44%, pero con una concentración en el tramo inferior de densidad, lo que es insuficiente para optar a la pensión mínima garantizada por el Estado. Además los trabajadores de casa particular que representan el 5% del empleo se caracterizan por una alta informalidad y por poseer ingresos mínimos inferior al resto de los trabajadores, lo que hace que sea difícil la obtención de una pensión mayor a la mínima garantizada por el Estado. Por su parte, aproximadamente el 5% de los trabajadores independientes cotizan en una AFP, porcentaje que se ha mantenido constante en los últimos 20 años.
Un segundo problema identificado es el de la Rentabilidad obtenida por la inversión. Según datos históricos la rentabilidad en el año 1982 era de un 28%, mientras que para el 2005 era sólo de un 7,7% real anual.
Bajo este contexto el Consejo Asesor Presidencial para la Reforma Previsional entregó una serie de propuestas dirigidas al aumento del volumen y densidad de las cotizaciones, estructurar y consolidad el pilar solidario, eliminar las discriminaciones contra la mujer y elevar el rendimiento de las cotizaciones.
De manera particular, el ahorro previsional voluntario (APV) se encuentra directamente ligado a las conductas de ahorro y consumo de los individuos. Según el enfoque económico se asume que cada persona decidirá en base a la maximización de su utilidad, tratando de alcanzar la curva de indiferencia más alta posible. Sin embargo, este modelo sólo predice el consumo deseado para la juventud y la restricción presupuestaria indicará la demanda por el stock de ahorro con el cual el individuo entra a la vejez; mientras que el consumo presente depende del ingreso, la tasa de interés y las preferencias.
El APV en Chile ha tenido un sostenido aumento en cuanto al número de cuentas y al monto de la inversión desde marzo de 2002 a diciembre de 2006, en un 300% y 700% respectivamente. Además se espera un crecimiento proyectado del 27,2% anual.
Si bien este sistema de ahorro ha tenido una buena aceptación en el mercado, vemos que el problema sigue siendo la cobertura y es por ello que se analizan las alternativas propuestas en la reforma previsional, es decir el Proyecto de Ahorro Previsional Voluntario Colectivo (APVC) y el APV para la clase media; debido a que el APVC se encuentra basado en el sistema de ahorro Americano 401 (k), se complementa el análisis con este estudio.
El APVC es un sistema de ahorro en el cual, tanto trabajador como empleador, aportan a un fondo común de ahorro para el trabajador. Mientras que el APV para la clase media consiste en un subsidio estatal de un 10%, que se entrega al momento de jubilar a aquellas personas que se encuentran en el tramo exento de pago.
Una vez presentadas las alternativas propuestas en esta reforma al sistema de pensiones se analiza la factibilidad de cada una de ellas, basándonos en cada uno de los elementos que se consideran relevantes al momento de tomar la decisión de ahorrar voluntariamente. Para esto se tomo en cuenta la visión de distintos personajes involucrados de una u otra forma en esta reforma.
A modo de recomendación se cree que es necesario considerar los siguientes aspectos a la discusión a la reforma, si es que realmente el gobierno y los parlamentarios desean aumentar el ahorro para la vejez y el ahorro nacional:
Debe considerarse la realidad que viven los trabajadores del primer tramo impositivo, debido a que por la baja disponibilidad de ingreso destinable al ahorro, son muy difíciles de incentivar. En efecto, los quintiles 1 y 2 desahorran, es decir gastan más de lo que reciben, lo que dificulta la posibilidad de ahorro de estos segmentos.
Aunque existan sistemas de ingreso automático al ahorro colectivo, aquellos trabajadores que no tengan la capacidad de cubrirlo saldrán del sistema, de manera que esta no es una solución generalizable.Debe considerarse que el ahorro sólo se realizará una vez que el consumo presente sea optimizado, por lo cual no podemos esperar que todos los trabajadores ahorren sólo por la existencia de incentivos.
Para los empleadores no existe un incentivo real a participar en este sistema, ya que aportar recursos en este sistema sólo como gasto implica para ellos nada más que un encarecimiento de la mano de obra. Por lo tanto, resulta urgente ofrecer algún mecanismo de tratamiento diferente a este tipo de gasto.No es claro que los trabajadores aumenten su productividad al contar con este aporte del empleador, si esto significa una disminución de su ingreso presente. Por lo que este tipo de acuerdos deben ser parte de una negociación colectiva o acuerdo trabajador/empresa, que no vaya en desmedro del ingreso actual.
La cultura de ahorro actual de los chilenos no permitiría que estos sistema de ahorro funcionaran, ya que los individuos no valoran el ahorro por sobre el consumo presente, y aun ven la vejez como algo muy lejano. Es por esto que este tipo de reformas debe venir acompañada por una fuerte campaña, a fin de concientizar a los chilenos de la importancia del ahorro.
Es necesario considerar el porcentaje real de trabajadores sindicalizados antes de esperar que estos acuerdos se logren a través de negociaciones.
A modo de conclusión se puede decir que el sistema de APV presenta graves problemas de cobertura, que aparentemente no serán solucionados por la reforma previsional en trámite.