The outline of an ethics starting from lógos in Hans-Georg Gadamer’s Philosophical Hermeneutics

Abstract

The research that follows explores the ethical dimension of Hans-Georg Gadamer’s Philosophical Hermeneutics, postulating that it arises from the conception of language that is presented in it. Such a conception follows closely some fundamental aspects of Greek lógos, especially in its emphasis in the social and linguistic constitution of man. Understanding -the fundamental moment of hermeneutics- as experience in which the meaning occurs, has an existential reach in Philosophical Hermeneutics, constituting itself as the permanent interpretive and fundamental activity of mankind. As a practical capacity, understanding is mediated by historicity and linguisticity. It is constituted as a dialectical process of questions and answers, a dialogic and dynamic game of thinking that never ends and that tries to make the "other" or the strange more familiar, in a fusion of horizons that extends both the understanding as the self-understanding of the interpreter. The finitude of all understanding makes clear the need for the meeting with the perspectives of the other in a linguistic agreement. The link with the other in language is articulated in linguistic communities of meaning and in cultures that from the inheritance of tradition and a shared view of the future share common senses with an ethical background. Thus, the own possibilities that are understood are always also "our" possibilities. This demands a solidary responsibility among the members of the human community and the formation of the practical rationality of each one in order to develop an authentic thinking that allows participation in the constructive dialogue that gives meaning to the common good.

La investigación que sigue explora la dimensión ética de la hermenéutica filosófica de Hans-Georg Gadamer, postulando que ésta surge a partir de la concepción del lenguaje que se presenta en ella. Tal concepción sigue de cerca algunos aspectos fundamentales del lógos griego, especialmente en su énfasis en la constitución social y lingüística del hombre. La comprensión –momento fundamental de la hermenéutica– como experiencia en la que acontece el sentido, tiene un alcance existencial en la hermenéutica filosófica, constituyéndose como la actividad interpretativa permanente y fundamental del hombre. Como capacidad práctica, la comprensión está mediada por la historicidad y la lingüisticidad. Se constituye como un proceso dialéctico de preguntas y respuestas, un juego dialógico y dinámico del pensamiento que nunca se termina y donde el “otro” o lo extraño se intenta hacer más familiar, en una fusión de horizontes que amplía tanto la comprensión como la autocomprensión del intérprete. La finitud de toda comprensión hace patente la necesidad del encuentro con las perspectivas del otro en un acuerdo lingüístico. El vínculo con el otro en el lenguaje se articula en comunidades lingüísticas de sentido y en culturas que a partir de herencia de la tradición y de una mirada compartida del futuro comparten sentidos comunes con un trasfondo ético. Así, las posibilidades propias que se comprenden son siempre también a la vez “nuestras” posibilidades. Esto exige una responsabilidad solidaria entre los miembros de la comunidad humana y la formación de la racionalidad práctica de cada uno para desarrollar un auténtico pensar propio que permita participar del diálogo constructivo que da sentido al bien común.