dc.description.abstract | Reflexionar sobre la esencia y la existencia del hombre, es decir, preguntarse: ¿qué y quién es él? dista mucho de ser una
actividad reservada a ciertos expertos o un mero dívertimento intelectual. Por el contrario, obedece a nuestra naturaleza racional,
el abordar estas fundamentales preguntas. ¿Cómo ordenar la sociedad en vistas al bien del hombre, si no sabemos qué es lo propio de su ser?, ¿cómo juzgar la bondad o maldad de un acto humano, si no conocemos la ley natural? Más aún, preguntarnos hoy por nuestro ser y el sentido de nuestra existencia, adquiere cierta urgencia, pues, a nuestro juicio, el hombre atraviesa por una crisis profunda, cuya causa es una falsa o desfigurada concepción del hombre como intentaremos demostrar en estas páginas. | |