dc.contributorSalomone, Alicia
dc.contributorUniversidad de Chile
dc.date.accessioned2017-04-03T12:46:09Z
dc.date.available2017-04-03T12:46:09Z
dc.date.created2017-04-03T12:46:09Z
dc.date.issued2014
dc.identifierhttp://hdl.handle.net/10533/180694
dc.description.abstractEsta investigación surge en tomo a varios procesos significativos en la historia de América Latina: la visibilización de las mujeres trabajadoras, la configuración del paisaje urbano moderno y la masificación de los medios de comunicación popular. Ellos remiten, en gran medida, a las dimensiones materiales y simbólicas que confluyen en tomo a la experiencia de la modernidad. Entrecruzando los indicios arrojados por tales procesos, se desprende como temacentral de estudio, las formas discursivas que delimitaron al trabajo femenino urbano, puntualmente, a partir de su representación en diversos formatos impresos de expresión y comunicación durante el cambio del siglo XIX al XX.Este escenario temporal resulta complejo debido a la cantidad de cambios estructurales registrados y a las contradicciones sociales y culturales que de allí se derivan. El ingreso de laseconomías locales al mercado internacional, hizo de estas relaciones el principal patrón de conexión entre los diversos actores sociales, legitimándose desde entonces un patrón de acumulación que busca el incremento de la productividad y la riqueza material, a cambio de la promisoria mejoría de la vida cotidiana de las personas. Sin embargo, a pesar del optimismoinicial, las esperanzas de movilidad social fueron contrarrestadas por las tensiones que afloraron luego de verificarse que el ritmo acelerado de crecimiento no aseguraba mejores condiciones de vida para los más pobres.Las consecuencias derivadas de las transformaciones económicas y sociales de la modernización repercutieron directamente en el funcionamiento de las sociedades urbanas. Hacia la década de 1880, las ciudades latinoamericanas advirtieron mutaciones en suconfiguración urbanística y demográfica. La expansión territorial del comercio, el crecimiento de la industria manufacturera y el desarrollo acelerado del sector de servicios y comunicaciones, incentivaron flujos migratorios internos y externos que posibilitaron a su vez nuevos procesos sociales. Hasta los centros urbanos de mayor desarrollo emigró población procedente desde lasprovincias; así como también, en el caso de países como Argentina, Uruguay y Brasil, un flujo considerable de hombres y mujeres de distintas nacionalidades, que desde España e Italia, principalmente, cruzaron el Atlántico en busca de mejores oportunidades. Esta afluencia de extranjeros aportó a la fisonomía de dichas ciudades tanto fuerza productiva como acervos culturales, convergiendo en ellas una multiplicidad de experiencias definidas por la posiciónsubalterna que la mayoría de los nuevos habitantes ocupó al interior del orden capitalista, al tiempo que por las formas propias con que intervinieron y significaron el escenario urbanofinisecular. En el plano cultural, cambió la vida cotidiana, las costumbres y el uso del tiempo libre. Se perdieron los anclajes tradicionales; aumentó la sensación de anonimato en la ciudad y seexpandió un sentimiento de fluidez y precariedad existencial. Entre los aspectos más característicos del cambio cultural se inscribe la conformación de un público lector que surge de las políticas de alfabetización, así como la ampliación del circuito de producción, circulación y consumo de la prensa periódica. Emerge, de esta forma, una sociedad de masas y una industriacultural moderna, que responderían a los nuevos patrones de consumo de la población. Por otra parte, estos años atestiguan la redefinición de las fronteras simbólicas entre losespacios públicos y privados, situación que repercutió directamente en el sistema operante de roles sexo-genéricos. La implementación de agendas modernizadoras que incorporaron la mano de obra femenina en la actividad industrial como un incentivo a la inversión capitalista, enatención a su bajo costo y exiguo potencial de organización, tensionó la preeminencia del modelo patriarcal androcéntrico que naturalizaba las funciones de cada sexo en la trama social. Al visibilizarse el antagonismo entre el rol tradicional de "la mujer" como madre y su rol moderno como productora asalariada, se dio paso a la discusión sobre los riesgos a que quedabaexpuesta la feminidad en este nuevo contexto. Se problematizó así la performance pública de las mujeres trabajadoras, cuestionándose la pertinencia e idoneidad moral de los oficios que estas desempeñaban.Junto al debate que buscaba objetar la realidad del trabajo femenino industrial, surgen, durante este período, otras dinámicas de visibilización de las mujeres trabajadoras; esto comoconsecuencia de la exposición directa en que muchas de éstas se encontraban al utilizar las calles como escenario laboral. Se trataba de mujeres que, debido a los requerimientos de sus oficios itinerantes -ya sea, asalariados o informales, establecieron circuitos de exploración y ocupación de la ciudad, transgrediendo con ello la normativa que restringía el acceso femenino a espaciosmasculinizados. Al encontrarse en tránsito permanente y manifiesto, estas mujeres participaron en la reformulación del paisaje urbano, lo que les valió convertirse, frente a las miradasdeliberantes de sus contemporáneos, en objetos de curiosidad y sospecha.Sobre este tipo de trabajadoras recayó todo el peso que tuvo, en estos años, el ser mujeres públicas. Como consecuencia de la exposición alcanzada en las calles, no sólo debieron soportar miradas, murmullos y rumores malintencionados, sino que, además, el hecho de que susimágenes fueron transportadas hasta nuevos espacios de exhibición, como fueron las páginas de los formatos impresos de comunicación que, por esos años, circularon en el mercado de bienesculturales. En la medida en que se les reconoció como parte de la trama urbana, ingresaron a la vitrina de tipos populares, representación a partir de la cual se nutrieron las crónicascostumbristas y los textos sobre la ciudad. Esta segunda exposición no fue anecdótica, sino que estuvo cargada de significados discursivos acordes a las editoriales de los propios artefactoscomunicacionales que las dieron a conocer. Se corrobora, así, que la visibilización de las mujeres trabajadoras se dio por medio de unproceso dinámico que consideró, por una parte, la problematización del ingreso femenino a la esfera industrial; y por otra, la publicidad de las formas cotidianas de transgresión de lasfronteras sexuadas urbanas, en función de la sobrevivencia. El primero de estos aspectos ha sido analizado en investigaciones que buscaron, precursoramente, contribuir a una historia "compensatoria" de las mujeres como sujetos, aportando, además, a completar el mapa de implicancias de la incorporación femenina al mundo laboral. Sin embargo, respecto al segundopoco se ha dicho, permaneciendo así las mujeres que utilizaron el espacio público urbano para desempeñar oficios laborales, desplazadas frente a la figura de la mujer obrera y la preeminenciade la fábrica como escenario protagónico.
dc.languagespa
dc.relationinfo:eu-repo/grantAgreement/PFCHA-Becas/RI20
dc.relationinfo:eu-repo/semantics/dataset/hdl.handle.net/10533/93488
dc.relationhandle/10533/108040
dc.relationinstname: Conicyt
dc.relationreponame: Repositorio Digital RI2.0
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dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess
dc.rightsAtribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Chile
dc.titleOficios femeninos urbanos y representaciónes sexuadas. Santiago de Chile y buenos aires en la vuelta del siglo xix al xx
dc.typeTesis Magíster


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