Tesis
Del control a la coordinación : Las transformaciones normativas del estado
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Autor
Azócar de la Cruz, Gabriela
Institución
Resumen
Magíster en Gobierno y Sociedad El análisis de la evaluación del estado indica que este proceso puede ser entendido como un referente de los procesos de diferenciación por los que ha atravesado la sociedad moderna. El estado cambia tanto en su forma administrativa como en relación con los ejes normativos a partir de los cuales ha orientado su función reguladora en las distintas etapas históricas del proceso de diferenciación funcional de la sociedad moderna. La organización jerárquica de las sociedades estratificadas determina el inicio de una forma estatal basada en el principio normativo del bien común, el cual se aplica sobre los estamentos que gozan de mayores privilegios económicos y políticos. Los procesos de diferenciación funcional de la sociedad dan cuenta de cambios en las orientaciones normativas del estado el que acoplado a la figura de la nación empieza a entender las diferencias sociales en términos de desigualdad. La cohesión e integración de la sociedad pasan a ser entonces los principios valóricos que guían la función de los estados nacionales modernos. El estado de bienestar, en dicho contexto, representa un giro mayor hacia el mandato normativo de la igualdad.
El aumento creciente de los procesos de complejización de la sociedad moderna da cuenta de la necesidad de desplegar una nueva estrategia de conducción de los procesos de toma de decisiones conducidos por el estado. La coordinación actúa entonces como el mecanismo estatal de observación de los procesos de modernización de la sociedad cuyo principio normativo es la aceptación de la diferencia, el conflicto y la diversidad.
Las características particulares de la diferenciación funcional en Latinoamérica, evidencia un cambio en las orientaciones normativas que han influenciado el diseño de políticas públicas en el continente y particularmente en Chile. La posición central que adopta el sistema político en la estructura social, genera una fuerte influencia en los procesos decisionales que se desarrollan en su entorno. Esto significa que la lógica centralizada del control persiste como principio normativo que orienta la actuación estado en torno a valores como la integración, la igualdad y la equidad. Esta situación se ve reforzada por la influencia de la estratificación social en la configuración de posibilidades diferenciadas de inclusión social. La persistencia de la lógica del control estatal, asociada a la diferenciación funcional concéntrica de las sociedades latinoamericanas, limita la capacidad de despliegue de estrategias de coordinación en el diseño de políticas públicas y programas de intervención política. Esto obstruye las posibilidades de situar la responsabilidad de la intervención en el conjunto de actores y sistemas involucrados en problemas de exclusión y desigualdad social, situación que reduce las posibilidades de romper con las barreras de la estratificación. Un ejemplo de ello se observa en el análisis de los procesos diseño e implementación de políticas públicas de educación en nuestro país.