El presente ensayo no es sino el intento de abordar bajo el regazo de nuestra cotidianidad, el enérgico e inmenso aporte de la ya conocida función materna. Si bien, reconocemos su aporte y estamos al tanto de su labor, pareciera que aun no hemos comprendido la significatividad de esta y su extensión a lo largo de nuestras relaciones, o siendo aun más preciso, del nuevo rostro que, dicha función, tendrá para todos y cada uno de nosotros. Esta nueva presentación o mejor, esta poco valorada expresión es la condición “domiciliaria”, que en tanto tal, será la encargada de operar –condición sine qua non- como nuestro lugar más propio y, a la vez, como motor de nuestro ingreso al mundo de lo Otro, de la dispersión y del trabajo, como una fuerza que se nos impone y nos determina, que nos obliga a circular de forma reflexiva, en tanto, se constituye como lugar desde y al, como eje y estructura transversal de nuestra vida. De este modo esperamos comprender este patrimonio que se nos ha otorgado, que se nos ha impuesto y que por el solo hecho de operar bajo conceptos como resguardo, contención, domicilio, entre otros, no es razón obligada para hablar de normalidad o salud mental.This essay is merely an attempt to address under the lap of our everyday life, the vigorous and immense contribution of the known maternal role. While we recognize their contributions and we are aware of its work, it seems that we have not yet grasped the significance of this and its extension throughout our relationship, or being even more precise, the new face, that function will have to each and every one of us. This new presentation or rather, is little valued expression is the condition "home", which as such will be responsible for operating-condition sine qua non "as our own place, while, as the engine of our income to world of the Other, dispersal and work, as a force that is imposed and we are determined to force us to move reflexively, meanwhile, is as a place from and to, as the axis and transverse structure of our life. In this way we hope to understand this heritage that has given us, we have been imposed and that by the mere fact of operating under concepts such as shelter, containment, address, among other compelling reason not to speak of normality or mental health.