Artículos de revistas
Ciclos y rupturas: dinamica ecologica de la ganaderia en el sur de Veracruz
Registro en:
968-7863-66-8
En caso de hacer uso parcial o total del contenido de este objeto digital, favor de citar la autoría, título, la fecha de creación, URI y señalar que se encuentra en la Colección Trayectoria de Investigación de Elena Lazos del Repositorio del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Autor
Lazos Chavero, Elena
Institución
Resumen
En este capítulo del libro “Historia ambiental de la ganadería en México”, compilado por Lucina Hernández, Elena Lazos Chavero da cuenta, primeramente, del proceso histórico de los cambios, a partir de 1950, en las formas de producción, de cultivos, y del uso y explotación de los recursos naturales, en el paisaje diversificado del sur de Veracruz. La transformación se inició con el rentismo y de la mediería como punta de lanza para que los ganaderos de Coatzacoalcos y Barrillas llegaran a las tierras comunales en Pajapan, proceso imparable que condujo a una extrema diferenciación social interna. La autora muestra las etapas y los ciclos que los campesinos nahuas recorrieron antes de llegar a la potrerización definitiva emulando el camino iniciado por los mestizos en la región. Posteriormente, plantea preguntas pertinentes relacionadas con: la continuidad de antiguas prácticas de ciclos de cultivo que implicaban manejo ecológico, las rupturas y sus razones, la nueva lógica del manejo de la ganadería indígena. Asimismo, hace referencia a las propuestas de modelos para una política diferencial, y a las consecuencias sociales y ecológicas de esos modelos. Pese que la Sierra de Santa Marta en 1980 fue declarada Zona de Protección Forestal y Refugio de Fauna Silvestre por decreto presidencial y la SEDUE la evaluó en 1989 como Reserva Especial de la Biósfera, nada de eso derivó en respeto alguno; el deterioro ambiental no se detuvo y la reglamentación de los recursos a través de planes comunitarios fue mínima. La autora señala las limitaciones con las que se ponen en marcha programas de apoyo al campo, como ejemplifica en el caso de Procampo. Por otro lado, analiza las grandes diferencias existentes entre los grupos indígenas y mestizos, en sus visiones y prácticas producativas; sin embargo, destaca que en las percepciones de mejoramiento económico de las familias, la ganadería se plantea como la mejor alternativa frente a un mercado laboral cada vez más restringido y la aleatoriedad de los precios de productos agrícolas. La ideología ganadera y su consideración de que los ingresos dependen de la superficie, es predominante, unifica a los grupos y los coloca frente a un destino común. Eso es tan fuerte que a pesar de que los ingresos sean bajos, la imagen de esa prosperidad ficticia lleva a los productores al juego económico de la asociación ganadera, en donde sólo unos cuantos ganan. La propuesta con la que contribuye la autora es la de un proceso de concientización acerca de la problemática y restauración de un sistema intensivo de ganadería con siembra de pastos mejorados, con un manejo adecuado para lograr el crecimiento vertical de la actividad y un manejo diversificado de la parcela que incluya agricultura de autoconsumo y comercial y conservación de la frontera forestal.