dc.description | Las ONGs, los proyectos de desarrollo y la solidaridad vehiculada por ellos está siendo reevaluada hace tiempo, y no con resultados positivos.
En 1990 había en el mundo 22.334 Organizaciones No Gubernamentales (ONG) legalizadas, según el Anuario de la Unión Internacional de Asociaciones. Ante la opinión pública, las ONGs están animadas por una virtud, por unos principios humanitarios incuestionables y con unos objetivos loables.
Sin embargo, las ONGs también pueden ser ineficaces y, en ocasiones, hasta nocivas. En efecto, las ONGs se encuentran hoy en una encrucijada; conforme aumenta la cooperación internacional aumenta también el volumen de recursos que administran. Como consecuencia, su trabajo se analiza y se cuestiona con interés creciente.
Por otro lado, se está abriendo paso la sociedad a la constatación del hecho de que décadas de “ayuda al desarrollo” han desembocado en un rotundo fracaso. Los ciudadanos, son cada día más conscientes de que sus contribuciones, directas o indirectas para el Tercer Mundo no presentan resultados positivos pues cada día la situación se agrava en los países supuestamente ayudados. Y se piensa, con razón, que en todo esto existirá también un cupo de responsabilidad por parte de las ONGs.
Se podría decir, que hoy día las ONGs están bajo sospecha. Han demostrado no ser ningún espejo inmaculado. Afortunadamente, todavía sigue existiendo un puñado de ellas, serias, autocríticas y comprometidas. Es hora ya de separar el trigo de la paja. Ha llegado el momento de plantear un debate claro y rotundo sobre quién es quién entre las ONGs. | |