Asociación entre la pronación y desarrollo de estenosis traqueal en pacientes post intubación orotraqueal con traqueostomía percutánea durante la pandemia del SARS Cov-2

Abstract

La estenosis traqueal es la complicación más relevante posterior a una intubación orotraqueal (IOT) prolongada. En la unidad de cuidados intensivos (UCI) frecuentemente se considera el cambio de un tubo orotraqueal a una cánula de traqueostomía percutánea cuando se prolonga la ventilación mecánica, o se prevé que no será posible liberar al enfermo de este apoyo ventilatorio por su grave condición. La ventilación en decúbito prono por su parte, ha sido una estrategia útil en pacientes con SDRA, pero en el contexto de la pandemia por SARS Cov-2 su uso se hizo prácticamente rutinario en las UCI alrededor del mundo. Los servicios dedicados a la cirugía torácica hemos enfrentado otro desafío concomitante y es la necesidad de manejar inusuales y diversas presentaciones de enfermos con estenosis traqueal. Nuestra investigación tiene por lo tanto como finalidad, identificar la asociación entre la pronación durante la ventilación mecánica invasiva y el desarrollo de estenosis traqueal en pacientes con intubación orotraqueal que hayan requerido de traqueostomía percutánea durante la pandemia del SARS Cov-2. Se incluirán ciertos pacientes ingresados a la UCI por cirugía de tórax en Los Cobos Medical Center y la UMHES Santa Clara durante el periodo 2020-2021. Se plantea un estudio analítico de tipo cohorte ambispectivo, de manera retrospectiva se recolectarán datos en historias clínicas y bases de datos en los departamentos de estadística institucional. De manera prospectiva se hará un seguimiento hasta 6 meses después del retiro de la cánula de traqueostomía para evaluar la presencia de estenosis. La estadística consta de 3 fases; inicialmente mediante un análisis univariado se estimará la prevalencia general de estenosis traqueal, luego se calculará la incidencia entre las cohortes y se hará una comparación utilizando una prueba Z de diferencia de medias. Por último se establecerá el efecto de la pronación calculando riesgos relativos con intervalos de confianza del 95%. Con la implementación del protocolo se espera que esto redunde en mejores desenlaces de salud, así como menores periodos de estancia hospitalaria y complicaciones derivadas del COVID-19.