dc.description.abstract | La presencia de los británicos en el golfo Pérsico comenzó en la segunda mitad del
siglo XVIII cuando se realizaron los primeros contactos con los pobladores de las costas de Kuwait, una zona que era periférica respecto al Imperio otomano, el cual solo tenía un poder de facto y había negociado cierta autonomía por parte de los emires. Esta influencia de Gran Bretaña en la zona se va a ir acrecentando progresivamente a lo largo del siglo XIX a la vez que aumentaba la decadencia del vasto imperio de Estambul. La principal actividad comercial de los kuwaitíes era la pesca de perlas, que sumada a su posición geográfica constituía para el emirato, un punto estratégico en la región.
Por otra parte, entre 1871 y 1914 hubo cuatro décadas de una paz tensa entre las potencias europeas. La guerra franco-prusiana que había posibilitado la unificación alemana, dejó abierta una profunda cicatriz entre ambos países. Pero también entre el resto de los europeos reinaba la desconfianza, los constantes cambios políticos de Gran Bretaña, Rusia e Italia, sumados a las ambiciones de otros estados no europeos como los Estados Unidos yJapón, le darían inicio a una etapa en la cual, los países citados se embarcarían en una empresa imperialista en la mayor parte de los territorios de Asia y África. Luego de la unificación nacional, Alemania había superado en pocos años económicamente a Francia y Gran Bretaña y, se había convertido en el país de mayor
desarrollo industrial a nivel mundial junto a los Estados Unidos. Esta situación causó varias rispideces entre los europeos que les desagradaba ver el rápido crecimiento del nuevo estado. Los alemanes cambiaron su Realpolitik de alcance europeo a la Weltpolitik de alcance mundial, lo que los convertiría, a la postre en enemigos de Gran Bretaña, Francia y Rusia que conformarían antes de la Gran Guerra, la Entente Cordiale.
Uno de los principales puntos estratégicos que tenían los británicos y debían retener
contra todas las dificultades era la salida al golfo Pérsico, que protegía la ruta a la India y era una alternativa al Canal de Suez, también bajo el dominio de Londres. En pro de este objetivo, Gran Bretaña debió enfrentarse a las ambiciones rusas y francesas en la zona, pero, sin dudas, el evento que lo amenazaría más seriamente y sería una de las principales causas de la Primera Guerra Mundial seria la alianza entre los imperios alemán y otomano. El Imperio otomano, como fue mencionado, mostraba una gran debilidad en el periodo decimonónico, estaba perdiendo su poder frente a los nacientes nacionalismos eslavos, impulsados por el Paneslavismo ruso y los árabes, apoyados por los británicos, en diferentes partes de su extenso territorio. La situación del sultán turco era más que delicada, por ello acudió a la ayuda del novel imperio alemán, el cual se interesó por la importancia geopolítica y geoestratégica en la zona. Los primeros contactos, databan de la relación del reino de Prusia con los otomanos, ya que los primeros habían enviado al mariscal Helmuth Von Moltke a asistir a los turcos en la década de 1830.
Para la década de 1890, Alemania les propuso un ambicioso proyecto ferroviario a
los otomanos, el llamado Ferrocarril Berlín-Bagdad. En realidad, este proyecto era aún más vasto, ya que se proponía unir al puerto de Hamburgo con Berlín, en Alemania y, desde Bagdad extender las vías hasta Basora y, desde allí la salida al golfo Pérsico a través del emirato de Kuwait. Pocos años antes, se había inaugurado el famoso Orient Express que unía Estambul con París y Londres, entre otras ciudades. Ambos trenes compartirían un extenso tramo en sus recorridos.
La empresa ferroviaria era financiada por el banco alemán Deutsche Bank. Esta
situación alarmó en principio solo a Francia y Rusia, que tenían intereses en la zona, mientras que Gran Bretaña sería invitada a participar del proyecto. Al comenzar el siglo XX, los problemas para financiar las nuevas vías férreas aparecieron en el horizonte; por ello, desde Estambul, se hizo una oferta a franceses y británicos para que participaran del mismo al ver la endeblez económica de los alemanes. Sin embargo, aquellos países, se negaron a participar aduciendo motivos de mayores porcentajes de participación en la empresa. Por otra parte, en 1896, el jeque Mubarak el Grande había asumido el trono de
Kuwait, apoyado por los británicos. El emir había asesinado a su hermano Muhammad quien tenía buena relación con los otomanos y, se especulaba que el emirato sería anexado definitivamente por la Sublime Puerta. En 1899, Mubarak firmó un tratado con Gran Bretaña, por el cual solo negociaría con este país y no lo haría con otras potencias extranjeras, a cambio los británicos le ofrecieron apoyo financiero y naval para poder sostenerse en el poder. Gran Bretaña tenía una fuerte presencia comercial en Basora, al sur de Irak y muy cerca de Kuwait.
Desde principios del siglo XX, tanto alemanes como británicos, entre otras potencias,
conocían la existencia de petróleo en el subsuelo del golfo Pérsico. Esto también constituía otro factor importante para determinar cuál de los países sería capaz de mantener la hegemonía en la región, a la vez que era otro aspecto que acrecentaba la rivalidad entre las potencias europeas.
El ferrocarril quedó inconcluso, a los motivos económicos citados, se le deben
agregar los políticos luego que los Jóvenes Turcos hicieron la revolución en 1908. Ellos
calificaron al proyecto como corrupto y se opusieron a su continuación. Cuando se
interrumpió la construcción, los rieles habían alcanzado a la altura de los montes Tauro, una zona muy compleja desde las características geográficas, en Turquía.
La presencia del imperialismo británico en Oriente Medio era vasta, no solo en el
golfo Pérsico, sino también en el Canal de Suez, a la vez que se encontraba presente en los territorios actuales de Egipto, Sudán, Palestina, Jordania, Irak, Qatar, Bahréin, Omán y
Yemen. Como fue mencionado, esta zona era clave para proteger la ruta a la India y, controlar los diversos pasajes marítimos. Por todo ello, era impensado que Gran Bretaña permitiera alas otras potencias expandirse en la zona. | |