dc.description | Resumen: La familia es el lugar originario en donde el hombre aprende a
cultivar su dignidad de tal. Allí, si es amado como conviene, nunca se
transforma en un "funcionario", un "personaje", un "pobre diablo". En
su vida, privada dentro de su familia, el amor —conyugal, paternomaternal,
filial, fraternal y siempre de amistad— es el componente
principal que le da significado y valor a su peculiar personalidad y lo
educa para una singular presencia en el seno de las sociedades públicas.
Esta peculiaridad se manifiesta en saber irradiar en ellas los
valores del respeto, la distensión, el juego, la gratuidad. En la familia
pudo amar la plenitud vital del amor, el equilibrio psíquico y espiritual,
su capacidad relacional, y aprendió a llevarlo todo consigo en el
ejercicio de su vida pública. Por eso, cuando faltan o escasean esos
tipos de seres humanos, la sociedad pública se va transformando en
un campo de batalla en el cual cada individuo sólo es para los otros
objeto de disfrute o de consumo. Se explica así que siempre ulule en
este tipo de vida pública la sirena del "sálvese quien pueda". | |