dc.creatorLópez Salgado, Cesáreo
dc.date2023-03-09T12:03:50Z
dc.date2023-03-09T12:03:50Z
dc.date1974
dc.date.accessioned2023-08-30T15:38:05Z
dc.date.available2023-08-30T15:38:05Z
dc.identifierLópez Salgado, C. Alberto Eduardo Buela, El ente y los Trascendentales, Cruz y Fierro Editores, Buenos Aires, 1972, 68 pp. [en línea]. Sapientia. 1974, 29 (113). Disponible en: https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/15968
dc.identifier0036-4703
dc.identifierhttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/15968
dc.identifier.urihttps://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/8526142
dc.descriptionLo que yo pienso sobre aquellos que escriben y escribirán y se creen competentes en este saber que se apasiona, es esto: es imposible en mi parecer que hayan comprendido esta materia. Por mi parte, no he escrito ni escribiré jamás una obra sobre tales cuestiones, pues no hay medio de meterlas en fórmulas, como sucede en otras ciencias. Solamente cuando uno se ha inmerso largo tiempo en estos misterios, cuando uno ha vivido con ellos, entonces de repente surge en el alma la verdad como chispa que salta de la brasa, y luego crece por si misma". Estas conocidas frases de Platón (Carta VII) , indignado cuando Dionisio quiso divulgar sus enseñanzas sobre el Ser-Uno-Bien (i Los Trascenden. tales!) , nos vinieron a la memoria al leer el presente opúsculo. Valdría la pena hacer una investigación en serio para rastrear la razón o las razones por las que los grandes filósofos de la filosofía perenne escribieron tan poco ex professO sobre el ser y los transcendentales, siendo así que definieron la metafísica como la ciencia del ser y sus "pasiones" (transcendentales) . En el párrafo de Platón se atisba ya una razón importantísima: es necesario sumergirse en ellos, convivir largo tiempo. Sólo así puede saltar una chispa y luego encenderse una llama. Es decir, para tener una comprensión un tanto exacta hacen falta muchos años de consustanciación con estos misterios. Después, puede ser que los ojos del filósofo se transfiguren con un incendio. Como le sucedió a Sto. Tomás poco antes de morir, y entonces, todas las maravillosas fórmulas que había escrito, le parecieron paja . . . Es verdad: estamos exagerando un poco; pero, no es exageración el decir que es muy riesgoso el afrontar el último plano de la metafísica —de la metafísica tomista— con intención de presentarlo en unas pocas páginas...
dc.formatapplication/pdf
dc.languagespa
dc.publisherPontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras
dc.rightsAcceso abierto
dc.rightshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
dc.sourceSapientia Vol. 29, No.113, 1974
dc.subjectRESEÑAS
dc.subjectMETAFISICA
dc.titleAlberto Eduardo Buela, El ente y los Trascendentales, Cruz y Fierro Editores, Buenos Aires, 1972, 68 pp.
dc.typeReseña libro


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