dc.description | El Chulla quiteño era un personaje tradicional y picaresco que trataba de ocultar su pobreza utilizando las actitudes y características de la aristocracia quiteña. Llamaba la atención este personaje, porque siempre utilizaba un solo terno con un chaleco y un sombrero desgastado; tenía un gran sentido del humor y le gustaba criticar. Dentro de estas críticas estaban los quiteños con su forma de ser y vivir, los políticos y los gobernantes de turno. Ernesto Albán Mosquera nació en la ciudad de Ambato, al poco tiempo él y sus hermanos quedaron huérfanos y se trasladó, con su tía, a la ciudad de Quito, donde permaneció la mayor parte su vida. Falleció a los 72 años, de los cuales dedicó 50 al arte, comenzando su carrera como cantante de tangos y culminando con broche de oro como el Primer Actor ecuatoriano presentando obras especialmente de comedias en el teatro. Es ahí, en el teatro, donde nace el personaje Don Evaristo Corral y Chancleta, llevando la obra del escritor Alfonso García Muñoz, las Estampas Quiteñas, a las “tablas ecuatorianas”. Don Evaristo representaba a los chullas quiteños, utilizaba una vestimenta totalmente desgastada, un saco y un pantalón viejo y unos bigotes que caracterizaba su gran personalidad. Con esta vestimenta y su gran versatilidad, cambio el teatro de élite de esa época, ya que este personaje simbolizaba a un hombre bohemio, de clase media, empleado público que no estaba conforme con su sueldo y que tenía grandes deudas. Durante la alcaldía de Rodrigo Paz Delgado se vio la necesidad de crear una campaña cívica, la cual fue encargada al Director de comunicación del Municipio de ese entonces, Enrique Proaño, quien ideó esta campaña institucional en conjunto con Edgar Cevallos Producciones. En esta campaña cívica se pensó utilizar la caricatura de Don Evaristo como un ciudadano apasionado con las buenas costumbres el cual criticaba al Municipio y al mismo tiempo al comportamiento de los ciudadanos, de esta manera se constituyó en un interlocutor entre el Gobierno local y los quiteños. Veinte y tres años más tarde en la administración de Augusto Barrera se decidió retomar al personaje para lanzar una nueva campaña cívica dentro de la ciudad, pero con una imagen totalmente cambiada de Don Evaristo. Esta campaña cívica está en manos de la agencia Estratega Comunicaciones y cuenta con la ayuda del dibujante Gustavo Idrovo para la producción de las piezas publicitarias. A través del presente documento se revisa el proceso por el cual ha pasado la nueva campaña cívica para su elaboración esto mediante información tanto documental como audiovisual, la cual ayudó a fundamentar esta investigación. | |