bachelorThesis
Electricidad inalámbrica
Autor
Pérez Arango, José David
Institución
Resumen
La idea de la transferencia inalámbrica de energía es casi tan antigua como la generación de electricidad misma. A principios del siglo XX, Nikola Tesla propuso la utilización de grandes bobinas para transmitir electricidad a través de la ionosfera, construyendo una enorme torre de telecomunicaciones llamada Wardenclyffe Tower, en Long Island, Nueva York, que pondría a prueba su idea de transmisión de energía inalámbrica. La historia cuenta que se quedó sin financiación cuando sus patrocinadores se dieron cuenta de que no habría manera viable de asegurar que la gente pague por la electricidad que se utilizaba, por lo que la red eléctrica por cable se levantó en su lugar. Si bien no vamos a estar viendo una red inalámbrica de energía nacional en el corto plazo, la idea de transmisión de energía en una escala hogareña está ganando impulso con la
comunicación inalámbrica, como Wi-Fi y Bluetooth, por lo tanto los cables de alimentación son ahora el único límite que tienen los dispositivos para convertirse en realmente portátiles. El uso de ondas de radio para transmitir la electricidad es quizás la solución más obvia, ya que se puede utilizar en principio, los mismos tipos de transmisores y receptores utilizados en la comunicación Wi-Fi. Powercast, una empresa con sede en Pittsburgh, Pennsylvania, recientemente ha utilizado ésta tecnología para transmitir microvatios y milivatios de potencia a por lo menos 15 metros de sensores industriales. Una segunda posibilidad, para dispositivos que requiera más energía, es despedir a un fino rayo láser infrarrojo centrado en una célula fotovoltaica, que convierta el haz de vuelta a la energía eléctrica. Éste es el enfoque que ha adoptado POWERBEAM, otra empresa Americana, pero hasta ahora su eficiencia es sólo entre el 15 y el 30 por ciento. Además ésta técnica con relación a los dispositivos verdaderamente portátiles que se mueven constantemente y entre habitaciones, un rayo infrarrojo no sería conveniente por ejemplo para cargar un teléfono móvil, ya que debe ser direccional. La tercera posibilidad para la energía inalámbrica es la inducción magnética, la opción más atractiva para aplicaciones domésticas. Un campo magnético fluctuante que emana de una bobina puede inducir una corriente eléctrica cerca a otra bobina receptora. El problema es que la eficiencia es buena solo en contacto cercano. Pero desde hace tiempo se sabe que dicha transferencia de energía mecánica se mejora enormemente si los dos objetos están resonando en la misma frecuencia, es cómo un cantante de ópera puede romper un vidrio si llega a los tonos indicados. Se cree que la misma idea podría mejorar la eficiencia de la inducción magnética a grandes distancias. Por lo que un equipo de físicos del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), ha desarrollado un sistema inalámbrico que puede transferir energía eléctrica a múltiples dispositivos electrónicos de forma simultánea llamado Witricity. El sistema, altamente eficiente, se basa en un acoplamiento mediante resonancia electromagnética, y podría implementarse empotrando una bobina en las paredes o el techo de cada habitación. Lograron demostrar que resulta más eficiente alimentar simultáneamente a varios dispositivos que a uno solo, siempre y cuando el sistema esté correctamente sintonizado.
Las grandes empresas de electrónica de consumo también se han interesado en investigar la transferencia resonante. Sony, por ejemplo, ha demostrado una televisión inalámbrica, e Intel está investigando la tecnología para una amplia gama de dispositivos. Con tales manifestaciones prometedoras es muy probable que la energía inalámbrica entre a los hogares de una manera masiva.