dc.description | Tomando como ejemplo, la llamada feminización de la pobreza como una de las características de esta nueva pobreza urbana, en esta ponencia desearía presentar, y debatir con ustedes, dos ideas sobre las que estoy trabajando.
En primer lugar, aunque depende de qué significado queramos dar al concepto, la feminización de la pobreza no es un fenómeno nuevo, como nos han mostrado historiadores, especialmente en Estados Unidos y en Inglaterra. Lo que sí que podemos ver como nuevo de esa pobreza urbana se halla, tal vez, no tanto en las características de la población como en los procesos que la generan, o mejor dicho, en la vinculación entre los procesos generales a nivel económico (globalización de la economía, mayor internacionalización del capital, nueva división mundial del trabajo) y las políticas de ajuste que se llevan a nivel nacional, regional y local para adaptarse a esta nueva situación, así como un tejido social, unas relaciones sociales entre grupos y clases, conformado históricamente (Monreal, 1997).
En segundo lugar, un determinado uso del término «feminización de la pobreza» puede funcionar como unas «orejeras», en el sentido que enfoca nuestra mirada hacia unos fenómenos, pero impide que veamos otros. De tal forma, que puede originar que sobresalgan unas realidades, pero vele otras. | |