dc.description.abstract | Entre 1979 y 1988, el Padre Felipe Mayordomo, sacerdote salesiano, no solo confirmaba con su trabajo diario su vocación religiosa, sino que se dedicó a atrapar en el lente de una cámara Canon la luz, el color, el viento, la lluvia, el sol; así como los contrastes de una naturaleza imponente, enigmática y difícil. Capturó también las sonrisas, el trabajo, alegrías, tristezas, nostalgias, dolores y esperanzas de los habitantes de la Sierra del Ecuador; pero más que nada, buscó preservar la vida, el protagonismo, la identidad, los valores y el espíritu de poblaciones indígenas de los andes ecuatorianos.
Las imágenes en Zumbahua, Tigua, Guangaje, Riobamba, Cacha, Santo Domingo de los Tsáchilas o Salasaca, se inmortalizan en este libro de memorias a través de rostros, miradas de niños, niñas, hombres y mujeres en sus oficios, fiestas o en su misma cotidianidad.
Más de un centenar de imágenes que evidencian la inculturación de la realidad indígena de esa época, las fotografías van tejiendo las redes de un país intercultural visto desde la mirada bondadosa del Padre Felipe Mayordomo. | |