dc.description | Al observar la renuencia de muchos practicantes de la actividad empresarial para emplear la palabra ética o tan siquiera para estar dispuestos a discutir sobre ética, en este ensayo se hace un esfuerzo por definir lo que debería ser la ética económica y empresarial. Se sugiere el énfasis sobre una “nueva práctica”, un enfoque que reconoce la prioridad de la practica sobre la teoría. El centro de atención esta en el mejoramiento de la calidad ética al tomar decisiones y al emprender acciones. Debe distinguirse tres niveles: el nivel micro o del individuo, el meso o nivel de las firmas y organizaciones, y el nivel macro de las economías nacionales y transnacionales. También deben considerarse tres grupos de valores: personales, colectivos y generales. Siempre debe tenerse en mente las inter-relaciones entre estos niveles y valores. Se precisa de un modelo de cooperación entre la economía y la ética que pueda superar los problemas del idealismo o de reducir la ética a un aparato instrumental. Un enfoque basado en la toma de decisiones ofrece la mayor de las promesas. Al mismo tiempo, debe enfrentarse el problema del pluralismo, problema que sólo podrá ser resuelto encontrando un consenso superpuesto. Lo simple de la pregunta -¿qué es la ética económica?- va de la mano con la dificultad de dar una respuesta clara y comprehensiva. Es sumamente confuso, colorido y variado lo que hoy se escucha en nombre de la “ética económica y empresarial”. Abundan las expectativas múltiples, e incluso contradictorias en este campo. Si bien soy muy consciente de estos problemas tratare, sin embargo, de dar algunas respuestas provisionales y, con suerte, aclaratorias a nuestra pregunta simple. Ellas tienen el color personal, influenciado por mi experiencia europeo-occidental, e inspiradas por mi esperanza de que los esfuerzos en el campo de la ética económica contribuyan a hacer frente a los grandes retos de nuestro tiempo de manera más inteligente y efectiva. Desde una perspectiva descriptiva y analítica, podríamos preguntar qué es, en realidad, la ética económica y empresarial aquí, en este país o en otros países del mundo. No lo voy a hacer, pues ya hay muchos artículos que resumen la situación de varios países (De George, 1987; Enderle, 1988 y 1991; Mahoney, 1990; Steinmann ylohr, 1991; van Luijk, 1990; y otros). Más bien, discutiré el tema de lo que debe ser la ética económica y empresarial y cómo puede esto justificarse. | |