dc.description | La población LGBTIQ+ es considerada población vulnerable de padecer una salud
mental precaria, pues ello ha sido sustentado en diversos reportes que la definen como en mayor
riesgo de ideación, suicida, y suicidio tanto a nivel internacional (Bouris et al., 2016) como en
el Perú (Minsa, 2016; INEI, 2017). Este riesgo se relacionaría al estigma (Rocha, 2015), parte del
sistema cis heteronormativo de la masculinidad hegemónica (Avellaneda, 2020). Para ello, esta
se define como las prácticas normativas de género que intentan sostener lo patriarcal desde
la subordinación de lo femenino y lo no ‘masculino’ (Connel y Messerschmidt, 2005; Hearn,
2012). Así, se basa en cuatro creencias: autosuficiencia prestigiosa, belicosidad heroica, respeto
a la jerarquía y la superioridad sobre las mujeres y varones menos masculinos (Bonino, 2002),
justificando así la homofobia como mecanismo de censura (Barbero, 2017; Lozano & Rocha,
2011; Quintanilla et al., 2015). En ese contexto, diversos estudios indican que la masculinidad
hegemónica resulta fundamental en la naturalización de la homofobia (Lozano y Rocha, 2011;
Rosen y Nofziger, 2019), la homofobia internalizada (Quintanilla et al., 2015) y la violencia
(Avellaneda, 2020). | |