dc.creatorBordignon, Fernando
dc.creatorIglesias, Alejandro A.
dc.creatorHanh, Angela
dc.date.accessioned2020-09-25T19:56:38Z
dc.date.accessioned2022-11-09T15:15:22Z
dc.date.available2020-09-25T19:56:38Z
dc.date.available2022-11-09T15:15:22Z
dc.date.created2020-09-25T19:56:38Z
dc.date.issued2020
dc.identifier978-987-3805-50-9
dc.identifierhttp://ri.unlu.edu.ar/xmlui/handle/rediunlu/795
dc.identifier.urihttps://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/5171472
dc.description.abstractEste libro surge a partir de un trabajo de investigación realizado en el marco del programa “Más allá de las pantallas” de la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE). Las preguntas principales que guiaron nuestra exploración estuvieron centradas en la apropiación y el uso de las tecnologías digitales, por parte de los jóvenes, cuando están en juego principalmente sus intereses: ¿qué significa hacer un uso efectivo y crítico de la tecnología?, ¿qué actitudes, aptitudes y habilidades son necesarias para conseguirlo?, ¿cuál debería ser el papel de la escuela en este contexto?, ¿qué prácticas educativas pueden ser útiles para propiciar el desarrollo de estos saberes?, ¿qué estrategias didácticas y metodologías son necesarias para trabajar en el aula? A lo largo de los siguientes capítulos, intentaremos dar respuestas a cada uno de los interrogantes basándonos en el trabajo realizado con distintas escuelas públicas de la Provincia de Buenos Aires. Además, presentaremos un marco teórico actualizado y una serie de propuestas validadas a través de experiencias realizadas por el equipo de investigación. El trabajo de investigación fue enriquecido con experiencias propias de ambientes informales de aprendizaje, especialmente laboratorios de innovación ciudadana y talleres creativos o makerspaces. Estas experiencias fueron tomadas como ejemplos válidos de prácticas donde las tecnologías digitales son utilizadas como herramientas para intentar dar respuesta a problemas que afectan a las personas. En dichos espacios, el aprendizaje (ya sea individual o colectivo) se da de forma natural, como consecuencia de la resolución de cuestiones prácticas fuertemente relacionadas con situaciones que motivan o afectan a los participantes. A primera vista, puede ser atractiva la idea de trasladar tal como están los elementos de estos espacios y situarlos en el contexto escolar. No obstante, un conjunto de características que diferencian a ambos ámbitos de trabajo hacen de ese traslado una tarea difícil. En la escuela existen límites estrictos con respecto a lo temporal, a los contenidos y a la estructura de trabajo. Por tal motivo se desarrolló un conjunto de prácticas y metodologías que ayudan a conciliar estas diferencias en pos de lograr aprendizajes más profundos para el uso de las herramientas digitales, concibiéndolas como medios para habitar problemas y diseñar soluciones. En el primer capítulo de este libro se reflexiona sobre los desafíos de incluir en nuestro sistema educativo a las tecnologías digitales desde una perspectiva En pocas palabras PRESENTACIÓN Fernando Bordignon (Director de LabTIC, UNIPE) PRESENTACIÓN 7 centrada en la expresión, considerando a los estudiantes en su rol de autores, ya sea de forma individual o colectiva. En el segundo capítulo se conceptualizan algunas cuestiones que constituyen las bases de la propuesta educativa que aporta este libro. En particular, se hace referencia al hacer digital crítico y a las actitudes y aptitudes que lo conforman. También se define un modelo de objeto digital interactivo educativo y se presentan espacios informales de aprendizaje donde se promueve un hacer digital crítico. Finalmente, se reflexiona acerca de cómo resignificar el rol docente en este contexto. El tercer capítulo presenta una metodología didáctica para promover el hacer digital crítico en espacios educativos. La metodología “Más allá de las pantallas” (MAP) toma su sustento en el espiral de aprendizaje creativo propuesto por el profesor Mitchel Resnick. Para que pueda ser incluida en prácticas escolares, se ha realizado una adaptación de esta propuesta al contexto nacional, apoyándose en ideas como: los estudiantes deben tener más libertad a la hora de construir los conocimientos; el error debe ser puesto en valor como un elemento de aprendizaje; el trabajo colectivo y colaborativo constituye una propuesta superadora del hacer individual; los espacios de juego constituyen ambientes adecuados para la apropiación y maduración de los aprendizajes. El cuarto capítulo hace hincapié en las posibilidades que presenta la plataforma Arduino para su trabajo en el aula y explica brevemente en qué consisten las prácticas que integran la segunda parte de este libro. A modo de ejemplo de trabajo, la secuencia de prácticas que integran esa sección tiene como objetivo desarrollar habilidades y conocimientos en tres áreas: computación física, programación y desarrollo de objetos digitales interactivos (en todos los casos, se utiliza la tecnología Arduino). El quinto capítulo, que abre la tercera parte del libro, es un abordaje teórico más profundo a cuestiones ligadas con el hacer digital crítico en instituciones educativas. La idea es brindar elementos de reflexión provenientes de distintos referentes y corrientes pedagógicas, los que en su conjunto complementan los aportes didácticos presentes en los capítulos anteriores. El libro incluye además un anexo con una compilación realizada por la profesora Stella Vosniadou recordando cómo aprenden hoy los estudiantes. Para concluir esta presentación, y en esa misma línea, proponemos reflexionar sobre la importancia y el rol social de nuestro trabajo como docentes a partir de unas palabras de Umberto Eco (2007), quien en su artículo “¿De qué sirve el profesor” trató de acercar una respuesta posible a esta pregunta recurrente. Esperamos que estos dos elementos, que de algún modo abren y cierran el libro, ayuden a dar sentido a las ideas trabajadas. [...] antes –escribe Eco– la escuela debía transmitir por cierto formación pero sobre todo nociones, desde las tablas en la primaria, cuál era la capital de Madagascar en la escuela media hasta los hechos de la guerra de los Treinta Años en la secundaria. Con la aparición, no digo de internet, sino de la televisión e incluso de la radio, y PRESENTACIÓN 8 hasta con la del cine, gran parte de estas nociones empezaron a ser absorbidas por los niños en la esfera de la vida extraescolar. De pequeño, mi padre no sabía que Hiroshima quedaba en Japón, que existía Guadalcanal, tenía una idea imprecisa de Dresde y solo sabía de la India lo que había leído en Salgari. Yo, que soy de la época de la guerra, aprendí esas cosas de la radio y las noticias cotidianas, mientras que mis hijos han visto en la televisión los fiordos noruegos, el desierto de Gobi, cómo las abejas polinizan las flores, cómo era un Tyrannosaurus rex y finalmente un niño de hoy lo sabe todo sobre el ozono, sobre los koalas, sobre Irak y sobre Afganistán. Tal vez, un niño de hoy no sepa qué son exactamente las células madre, pero las ha escuchado nombrar, mientras que en mi época de eso no hablaba siquiera la profesora de ciencias naturales. Entonces, ¿de qué sirven hoy los profesores? [...] ante todo un docente, además de informar, debe formar. Lo que hace que una clase sea una buena clase no es que se transmitan datos y datos, sino que se establezca un diálogo constante, una confrontación de opiniones, una discusión sobre lo que se aprende en la escuela y lo que viene de afuera. Es cierto que lo que ocurre en Irak lo dice la televisión, pero por qué algo ocurre siempre ahí, desde la época de la civilización mesopotámica, y no en Groenlandia, es algo que solo lo puede decir la escuela. Y si alguien objetase que a veces también hay personas autorizadas en Porta a Porta (programa televisivo italiano de análisis de temas de actualidad), es la escuela quien debe discutir Porta a Porta. Los medios de difusión masivos informan sobre muchas cosas y también transmiten valores, pero la escuela debe saber discutir la manera en la que los transmiten, y evaluar el tono y la fuerza de argumentación de lo que aparece en diarios, revistas y televisión. Y además, hace falta verificar la información que transmiten los medios: por ejemplo, ¿quién sino un docente puede corregir la pronunciación errónea del inglés que cada uno cree haber aprendido de la televisión? [La información que] internet pone a su disposición es inmensamente más amplia e incluso más profunda que aquella de la que dispone el profesor. [...] Internet le dice “casi todo”, salvo cómo buscar, filtrar, seleccionar, aceptar o rechazar toda esa información. Almacenar nueva información, cuando se tiene buena memoria, es algo de lo que todo el mundo es capaz. Pero decidir qué es lo que vale la pena recordar y qué no es un arte sutil. Esa es la diferencia entre los que han cursado estudios regularmente (aunque sea mal) y los autodidactas (aunque sean geniales).
dc.languagees
dc.publisherUNIPE Editorial Universitaria
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess
dc.rightshttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/
dc.subjectComputación física
dc.subjectFormación docente
dc.subjectTecnología
dc.subjectDiseño digital
dc.subjectObjetos digitales
dc.subjectCiencias de la educación
dc.subjectCircuitos integrales digitales
dc.titleComputación Física : el trabajo con objetos digitales interactivos en el aula
dc.typeBook
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/book
dc.typeinfo:ar-repo/semantics/libro
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/acceptedVersion


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