| dc.description.abstract | De manera Preliminar cabe advertir que el sustento territorial del impuesto sobre los ingresos brutos y su distribución entre las diversas jurisdicciones en las que se ejerce la actividad gravada – venta de mercadería en el caso que nos ocupa – es materia de controversia, que da lugar a diversas interpretaciones al momento de asignar los ingresos a cada jurisdicción. La coexistencia de criterios disímiles que responden a los intereses de las distintas jurisdicciones frente a la asignación de los ingresos, nos lleva a buscar una armonía legal que sin duda la obtenemos a la luz del Convenio Multilateral –en adelante CM o convenio–, que establece el mecanismo de distribución de ingresos brutos frente a actividades que son ejercidas por un mismo contribuyente en una, varias o todas sus etapas en dos o más jurisdicciones, pero cuyos ingresos brutos, por provenir de un proceso único, económicamente inseparable, deben atribuirse conjuntamente a todas ellas. Es también por las propias pautas genéricas del Convenio, que se dieron diversas interpretaciones que intentaron modificar el verdadero sentido que se tuvo a la hora de redactarse su articulado, que lleva a no tener criterios certeros al momento de asignación de ingresos, y que dio origen al análisis del presente trabajo. | |
