dc.description.abstract | El impuesto inflacionario constituyó una herramienta central para el
financiamiento público bajo el gobierno anterior.
La administración surgida de las elecciones de 2015 anunció una política
antiinflacionaria. Ello implicaba reemplazar el impuesto inflacionario por
impuestos explícitos.
Sin embargo, los primeros pasos fueron en la dirección contraria. Se rebajaron
o eliminaron las retenciones a las exportaciones agropecuarias, se elevó el
mínimo no imponible del impuesto a las ganancias para la cuarta categoría, y
se incrementó el gasto social. A ello se sumaría, más tarde, el programa de
reparación histórica a jubilados y pensionados. Es decir: aumento de gastos y
disminución de impuestos, o sea mayor déficit fiscal a financiar. Según el
cálculo oficial, el déficit primario -antes del pago de intereses- se elevaría a
378.744 millones de pesos en el corriente año, un 4,8% del PIB, mientras que
el déficit total alcanzaría a 396.186 millones, un 5,0% del PIB. | |