dc.creatorGallo, Adriana
dc.date.accessioned2012-08-10T19:53:07Z
dc.date.accessioned2022-11-09T14:57:48Z
dc.date.available2012-08-10T19:53:07Z
dc.date.available2022-11-09T14:57:48Z
dc.date.created2012-08-10T19:53:07Z
dc.date.issued2012-08-10
dc.identifierhttp://repositorio.ub.edu.ar/handle/123456789/747
dc.identifier.urihttps://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/5166674
dc.description.abstractA dos décadas del restablecimiento y restauración del funcionamiento de las instituciones democráticas en gran parte de América Latina, puede sostenerse que, si bien no se vislumbran amenazas de un retorno al pasado autoritario, se evidencian irrefutables falencias en cuanto a las condiciones de representación política. Luego de la tercera ola democratizadora de los 80’, los países latinoamericanos han debido afrontar un conjunto de desafíos novedosos promovidos por cambios estructurales a escala planetaria que transfiguraron el escenario político en el que se conformaban los lazos representativos. Así, el declive mundial de la política de masas -articulada por identidades ideológicas, vinculada a una concepción orgánica del pueblo y enlazada con alguno de los grandes relatos políticos de la modernidad-, conjugado con una cultura institucional endeble, característica de nuestras sociedades, ha impedido que la transición hacia la democracia fuera sucedida por una etapa de reivindicación de los actores democráticos y de reinserción de la ciudadanía en el espacio público-político. Por el contrario, en la mayoría de los países de Latinoamérica se advierte la existencia generalizada de un aguzado descrédito de los partidos políticos y los dirigentes incorporados a los órganos de poder formal, ante los ciudadanos, y de un propagado cuestionamiento hacia las instituciones democráticas, todavía en proceso de consolidación; todo ello está suscitando un resquebrajamiento –e incluso una ruptura- en el plexo de relaciones entre representantes y representados. Ante esta crisis integral de la política, las soluciones que aparecen como más tentadoras para vastos sectores de la sociedad –y que son las que han prevalecido en las reformas político-institucionales de las últimas décadas- contienen a menudo argumentos contradictorios y ambivalentes, que oscilan entre ampliar las bases de representación de los partidos políticos y, al mismo tiempo, reducir la influencia de los mismos, sustituyéndolos por formas de organización alternativas. En el presente trabajo efectuaremos un análisis de la representatividad partidaria a través del estudio pormenorizado de un ejemplo emblemático de enmienda que responde a este tipo de motivación: la modificación de los métodos de selección de candidaturas, aplicadas a los postulantes al órgano ejecutivo. A través de una investigación comparada de la utilización de internas abiertas presidenciales en partidos políticos de Argentina, Colombia, Chile, México y Uruguay, pretenderemos exhibir que este mecanismo -destinado a mejorar el potencial democrático de los partidos políticos y a incrementar las bases de legitimación de los postulantes nominados- paradójicamente provoca una desarticulación y una pérdida de coherencia interna de las instituciones partidarias que lo implementan. La aplicación de internas abiertas para preseleccionar a los candidatos presidenciales se convirtió en una pieza clave de las reformas políticas llevadas a cabo en nuestro subcontinente en las décadas pasadas, en las que se hizo mucho hincapié en la incorporación de procedimientos institucionales que, por un lado, democratizaran las operaciones internas de los partidos, y al tiempo, consolidaran liderazgos concentradores y ampliaran la base de sustentación popular de los candidatos, lo que redundaría, a la postre, en una regeneración de la capacidad de intermediación de las organizaciones partidarias. Asimismo, en los países examinados, este método de selección de candidaturas fue concebido como una vía apropiada para que el partido político mejorara sus funciones, perfeccionara los conductos participativos y recuperara su rol de órgano encargado de representar las demandas ciudadanas y de organizarlas adecuadamente de acuerdo con los intereses del Estado, optimizando su desempeño global en el sistema político. Sin embargo, la incorporación de este dispositivo suele tener simultáneamente un objetivo antagónico: reducir la influencia de la élite del partido, aduciendo que los aparatos partidarios, con sus prácticas endogámicas y restrictivas, están lejos de la transparencia e integridad que tanto clama la sociedad; por lo tanto, habría que evitar una digitación de candidatos, fruto de intrigas palaciegas de sectores minoritarios usufructuarios de la delegación política, que sólo pretenden perpetuarse en el poder y conservar sus privilegios. Según esta percepción, las internas abiertas contribuyen a mitigar las tendencias oligárquicas de las organizaciones partidistas y se transforman en el canal que comunica sin obstrucciones a los ciudadanos con quienes han de representarles a través de sus cargos públicos.
dc.languagees
dc.publisherUniversidad de Belgrano Facultad de Estudios para Graduados
dc.relationTesis de Belgrano;58
dc.subjectpolitica
dc.subjectpolicy
dc.titleRepresentatividad partidaria y nominacion de candidatos . Analisis de internas abiertas presidenciales en America Latina
dc.typeTesis


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