dc.description.abstract | A diario se hace referencia a la importancia de las pequeñas y medianas empresas -en adelante Pymesen
cualquier economía, aún en las más desarrolladas. Fundamentando tal afirmación se expresa que se
trata de un gran número de empresas, con un rol relevante en la generación de empleo y en la contribución
al producto y con un alto grado de flexibilidad para la adaptación a las cambiantes condiciones de mercado.
Más allá de números y estadísticas así como de su calidad o precariedad, lo cierto es que, hoy, prácticamente
nadie desconoce la significación económico-social de este segmento de empresas. Por ello su
problemática está en el centro de la escena, habiéndose convertido con el transcurso del tiempo en un
tópico importante en las agendas, tanto de las organizaciones empresariales como de gobernantes, políticos
y economistas.
Además, tal importancia cuasi estructural se potencia en determinadas coyunturas. ¿Acaso el tema no
ha tomado más relevancia, por lo menos en la discusión pública, en los últimos meses ante la severidad de
la recesión y de los problemas de empleo?.
En ese marco, se ha considerado de interés analizar una de las aristas más sensibles en la problemática
del sector pyme argentino: el financiamiento. | |