| dc.description.abstract | Las organizaciones de cualquier índole, ya sean con fines de lucro o no, públicas o privadas, están compuestas por diferentes activos que les permiten llevar a cabo su actividad. Entre estos se encuentran los recursos humanos, es decir, las personas que trabajan dentro de las mismas, cuyos conocimientos y experiencias son imprescindibles para el correcto funcionamiento de toda organización.
Con la globalización, el desarrollo tecnológico, los cambios y la búsqueda de más calidad y productividad, se logra observar que la diferencia y ventaja competitiva de las empresas es el personal que se desempeña en ellas.
Hoy en día se habla de administrar con las personas. Ya no son vistas como un recurso sino como sujetos activos que toman decisiones, emprenden acciones, crean innovaciones y agregan valor a la organización. Junto con esta administración, también surge la necesidad de saber gestionar a los llamados talentos, los cuales son un recurso escaso que hay que saber buscar, captar, y sin duda, retener. Tanto en época de crisis económica como en períodos de auge, las empresas buscan atraerlos y retenerlos.
En aquellos entornos donde se favorece la potenciación, consiguen un alto valor para la organización y, si se gestiona adecuadamente, deriva en una ventaja competitiva. Las organizaciones que no se han percatado de esto corren un serio peligro. | |
