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Certainty in Descartes' Philosophy
Certainty in Descartes' Philosophy;
Certainty in Descartes' Philosophy
Autor
Tweyman, Stanley
Institución
Resumen
In the fourth paragraph of the third meditation, Descartes insists that he must know that God is his creator and that God is not a deceiver, “for without a knowledge of these two truths, I do not see that I can ever be certain of anything”. On the other hand, in the Replies to Objections II (paragraphs 38 –40), he urges that there are some claims, for example, that I, while I think exist; that what is once done cannot be undone, which do not require the divine guarantee: “What is it to us, though perchance someone feigns that that, of the truth we are so firmly persuaded, appears false to God or to an angel, and hence is, absolutely speaking, false...We have assumed a conviction so strong that nothing can remove it, and this persuasion is clearly the same as perfect certitude.” In my article I examine these two different views in Descartes’ writings, in order to determine which view is Descartes’ official view regarding the need for the divine guarantee. I conclude my discussion with an explanation as to why Descartes holds that certain propositions do not require the divine guarantee in order for us to be confident that they are certain, and other propositions do require the divine guarantee. En el párrafo cuarto de la Tercera Meditación, Descartes insiste que él debe saber que Dios es su creador y que Dios no es engañador, “pues sin conocer esas dos verdades, no veo cómo voy a poder alcanzar certeza de cosa alguna”. Por otro lado, en las Respuestas a las Segundas Objeciones (párrafos 38—40), él insiste en que hay algunos reclamos, como, por ejemplo, que yo, mientras pienso existo, o que lo ya hecho no puede no haber sido hecho, los cuales no requieren de la garantía divina: “Pero, ¿qué puede importarnos, que por casualidad alguien finja ser falso a los ojos de Dios o de un ángel aquello de cuya verdad estamos enteramente persuadidos,y que, entonces, es falso en términos absolutos?... Hemos presupuesto una convicción tan fuerte que nada puede removerla, y esta persuasión es claramente lo mismoque una certeza perfectísima.”
En mi artículo examino estas dos visiones diferentes en los escritos de Descartes, con el fin de determinar cuál punto de vista es la doctrina oficial de Descartes sobre la necesidad de una garantía divina. Concluyo mi discusión con una explicación de por qué Descartes sostiene que ciertas proposiciones no requieren de la garantía divina para que podamos estar confiados de que son ciertas, mientras que otras proposiciones sí requieren de la garantía divina. En el párrafo cuarto de la Tercera Meditación, Descartes insiste que él debe saber que Dios es su creador y que Dios no es engañador, “pues sin conocer esas dos verdades, no veo cómo voy a poder alcanzar certeza de cosa alguna”. Por otro lado, en las Respuestas a las Segundas Objeciones (párrafos 38—40), él insiste en que hay algunos reclamos, como, por ejemplo, que yo, mientras pienso existo, o que lo ya hecho no puede no haber sido hecho, los cuales no requieren de la garantía divina: “Pero, ¿qué puede importarnos, que por casualidad alguien finja ser falso a los ojos de Dios o de un ángel aquello de cuya verdad estamos enteramente persuadidos,y que, entonces, es falso en términos absolutos?... Hemos presupuesto una convicción tan fuerte que nada puede removerla, y esta persuasión es claramente lo mismoque una certeza perfectísima.”
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