| dc.description.abstract | El tema de esta monografía comienza a esbozarse en la lectura de las
entrevistas realizadas en la línea de investigación, donde se identifica que
varias/os practicantes mencionan como aporte de la educación social a los
liceos, la posibilidad de plantear “algo nuevo”, “algo diferente”.
De la sistematización realizada se desprende que las prácticas educativas
sociales han planteado en los liceos algún grado de variación vinculado a -
entre otras variables- la gestión de tiempos y espacios, las temáticas
abordadas, las formas de agrupamiento, la presencia de adultos en las
propuestas y la conformación de equipos de trabajo. Al mismo tiempo se
plantea que las/los educadoras/es sociales han sostenido una concepción de
sujeto de la educación que amplía la tradicional noción de alumno. Esa
ampliación de la mirada hacia las/los adolescentes y las variaciones a la forma
de organización escolar, se presentan como cualidades constitutivas de las
prácticas educativas sociales en estos centros y representan una novedad en
relación a lo que tradicionalmente han ofrecido. | |
