dc.description.abstract | Toda lectura es un proceso, cuyo protagonista es el libro como objeto textual. Leer es un acto humano, una acción material que encierra un aprendizaje y la adquisición de conocimientos. En efecto, leer implica, además, una celebración espiritual, una experiencia estética y una aventura del intelecto. Leer es un derecho y, a la vez, un deber, donde el placer y el goce permean el proceso del acto de la lectura. Los libros nos ayudan a vivir y a sobrevivir, a combatir la soledad y el hastío. Leer es una experiencia de soledad que anhela comunión. Quien lee ya no está solo: tiene la compañía de los autores de los libros. Cuando leemos viajamos de modo inmóvil por regiones ignotas, bosques, desiertos, ciudades, mares, espacios y montañas. De ahí que leer es una aventura humana, que nos seduce y atrapa, placenteramente. Quien lee busca alcanzar sabiduría y elevar su nivel cultural. Por lo tanto, el libro es un instrumento maravilloso, fantástico y mágico inventado por el hombre. Sirve para guardar la memoria de las sociedades y el patrimonio escrito o verbal de la humanidad. La lectura, pues, nos amplía nuestro horizonte cultural y potencia nuestro intelecto. | |