dc.description.abstract | El sitio arqueológico de Chavín de Huántar (1 300 a 400 aC.) está ubicado a 3 185 m.s.n.m. sobre el flanco oriental de la Cordillera Blanca entre los ríos Mosna y Huachecsa, en el departamento de Ancash. Se trata de un conjunto arquitectónico monumental de aproximadamente 13 hectáreas de extensión, que data del primer milenio a.C. En los años 20, del siglo pasado, el eminente arqueólogo Julio C. Tello reconoció su importancia fundamental para la historia del Perú antiguo convirtiéndola en pieza clave para su visión del origen de la cultura peruana. El sitio arqueológico de Chavín de Huántar se halla localizado sobre el cono de deyección, formado por varios flujos de detritos o aluviones proveniente del río Huachecsa; estos eventos se originaron antes y después de la llegada de los primeros habitantes a Chavín. Están compuestos por bloques sub angulosos a sub redondeados, en una matriz de gravas, arenas, limos y arcillas. En el contexto geológico, en la cuenca del río Huachecsa afloran areniscas cuarzosas intercaladas con lutitas negras, en algunos sectores capas o mantos de carbón de la Formación Oyón. Estas rocas han sido afectadas por una deformación tectónica - estructural, dando origen a plegamientos (anticlinales y sinclinales), buzamientos casi verticales, lineamientos, fallas; que conllevan a un intenso fracturamiento de la roca, lo cual generó bloques sueltos con diámetro comprendido entre 2.5 m a 0.20 m. La roca intacta tiene una resistencia a la compresión entre media a dura (50 – 100 Mpa); pero sus condiciones de meteorización, alteración y fracturamiento, condicionan sus características geomecánicas como macizo rocoso de regular calidad. En esta unidad se produjo el derrumbe del cerro Shallapa de junio de 2022. En la zona, también afloran areniscas cuarzosas blancas (Fm. Chimú); y calizas de color azul grisáceo, con presencia de concreciones de chert de color negro, así como areniscas cuarzosas blancas intercaladas con lutitas de colores gris verdosos a rojizos (Fm. Santa – Carhuaz). En cuanto a las formaciones superficiales, destacan los depósitos proluviales (aluviones) compuesto por bloques sub angulosos a sub redondeados de hasta 10 m de diámetro, en una matriz de gravas, arenas, limos y arcillas. También se pueden observar depósitos coluviales acumulados al pie de las laderas de los cerros; depósitos morrénicos producto de la acción glaciar que se localizan en la cuenca alta del río Huachecsa (flanco oriental de la Cordillera Blanca). Desde el punto de vista morfológico, el área posee una topografía accidentada, definido por relieves de montañas modelados de rocas sedimentarias con laderas de pendientes fuerte a abrupta (35° a 80°), lo que contribuye que, el material suelto disponible en las laderas se remueva fácilmente pendiente abajo, por efecto de la gravedad. La quebrada Huachecsa y sus quebradas afluentes, presentan una geodinámica muy activa, donde se han identificado deslizamientos latentes cuya reactivación (en épocas de intensas precipitaciones) podría ocasionar el represamiento de la quebrada y el desembalse brusco podría comprometer al centro arqueológico. Históricamente, en la quebrada se han generado tres aluviones que llegaron represar el río Mosna. Siendo el más reciente el del año 1945, que afectó al centro Arqueológico y la localidad de Chavín de Huántar ocasionando 400 muertos. Es cierto que algunas condiciones de inestabilidad, en el flanco oriental de la Cordillera Blanca Nevados Huatsan (6,370) y Rurec (5,696), han disminuido principalmente por la pérdida de su masa glaciar; otras condiciones como: la roca muy fracturada, alterada y su intenso tectonismo; la presencia de deslizamientos activos en la quebrada Huachecsa; el cambio climático; la presencia de la falla activa de la Cordillera Blanca; hacen que la cuenca de la quebrada tenga alta susceptibilidad a los movimientos en masa tipo deslizamientos, avalanchas y flujos de detritos (aluviones). Por ello, no se descarta avalanchas en la cara oriental de los nevados de la Cordillera Blanca; así como deslizamientos que puedan provocar flujos de detritos o aluviones que podrían comprometer al monumento. Por otro lado, el 30 de junio del presente, en el cerro Cruz de Shallapa, se presentó un derrumbe, que afectó parte de la localidad de Chavín de Huántar, y movilizó aproximadamente 58 mil m3 de rocas y detritos. Actualmente, el evento continua activo y latente, muestra de ello son las constantes caídas de rocas (bloques de hasta 1.0 m) y material suelto que podría afectar las viviendas asentadas entre la calle Wiracocha y Jr. 17 de enero. Debido a las condiciones geológicas, geomorfológicas y de geodinámica externa que presenta el cerro Cruz de Shallapa, las viviendas asentadas al pie de la ladera, hasta el Jr. 17 de enero, se les considera como Zona Crítica y de Peligro Muy Alto. | |