dc.creatorWilson, John J.
dc.creatorReyes Rivera, Luis
dc.date.accessioned2014-09-01T19:58:01Z
dc.date.accessioned2017-05-29T01:44:57Z
dc.date.accessioned2022-10-27T15:37:15Z
dc.date.available2014-09-01T19:58:01Z
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dc.date.created2014-09-01T19:58:01Z
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dc.date.issued1964-09
dc.identifierWilson, J. & Reyes, L. (1964) - Geología del cuadrángulo de Pataz (Hoja 16-h). Comisión Carta Geológica Nacional, Boletín, 9, 91 p., 1 mapa.
dc.identifierhttps://hdl.handle.net/20.500.12544/169
dc.identifier.urihttps://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/4906569
dc.description.abstractGeográficamente el cuadrángulo de Pataz (16-h) incluye, de Oeste a Este partes de la Cordillera Occidental, el valle del Mantaro y la Cordillera Central. Una antigua superficie de erosión que se desarrolla entre 3,600 y 4,000 m.s.n.m. se encuentra modificada y disectada por la erosión intensiva de los ríos rejuvenecidos por el levantamiento andino del Terciario. El Valle del Marañon en una fosa tectónica cuya subsidencia relativa dió lugar a la captura de parte del drenaje pre-existente. Las unidades estratigráficas expuestas incluyen el basamento metamórfico del Precambriano; las lutitas de la formación Contaya del Ordoviciano; las areniscas del Grupo Ambo, las calizas del Grupo Copacabana y las capas rojas del grupo Mitu, todos pertenecientes al Permo-Carbonífero; las calizas norianas y liásicas del grupo Pucará; las lutitas de la formación Chicama del Titoniano, las areniscas y lutitas del grupo Goyllarisquizga del Cretáceo inferior; las calizas gruesas del Albiano y Cretáceo superior y los piroclásticos del recientemente nombrado Volcánico Lavasén del Terciario. Los cambios de facies y grosor del Jurásico superior y Cretáceo inferior, indican que una pronunciada línea de bisagra separó hacia el Oeste una cuenca en rápido hundimiento y hacia el Este, la plataforma relativamente estable del geoanticlinal del Marañón. Las estructuras desarrolladas por la orogénesis de fines del Cretáceo fueron controladas por la estratigrafía y la paleotectónica del geosinclinal Andino. En el sector occidental del cuadrángulo, o sea en el área de la cuenca antigua, la gruesa columna sedimentaria está fuertemente plegada y localmente cortada por fallas inversas de alto ángulo. La asimetría estructural es irregular, sin embargo, la mayoría de las fallas inversas se inclinan al Oeste. Existe una desarmonía estructural entre las formaciones cretáceas y las lutitas incompetentes del Jurásico superior, y parece que estas últimas trabajaron como empaquetadura, entre las rocas cretáceas y el basamento. La asimetría irregular también se debe a la incompetencia de la formación Chicama; pues las estructuras que afloran en esta parte del cuadrángulo son mayormente superficiales, y no se relacionan directamente con la tectónica del basamento. Hacia el Este, donde las formaciones mesozoicas se adelgazan contra el flanco del geoanticlinal del Marañón, los sedimentos están imbricados por fallas inversas y sobre escurrimientos que buzan hacia el occidente. Algunas de las fallas se originan en el basamento, pero otras resultan del despegue de la secuencia mesozoica y no afectan al basamento. Aunque gran parte de la cubierta de sedimentos mesozoicos del antiguo geoanticlinal del Marañón ha sido erosionada, es patente que esta área quedó relativamente estable durante la orogénesis de fines del Cretáceo, en relación a la deformación intensa de la parte occidental. Durante el Mesoterciario o Neoterciario la región andina sufrió considerables movimientos verticales, aunque el efecto general fue un levantamiento amplio, el área del valle del Marañón experimentó una relativa subsidencia. El término “Fosas del Marañón”, se introduce para referir las depresiones falladas que están ocupadas por el río Marañón. Es muy significativo que estas fosas ocurren cerca al eje del antiguo geanticlinal del Marañón. Sólo se han reconocido dos pequeños ejemplos de estructuras de gravedad. Las rocas ígneas intrusivas del cuadrángulo incluyen a un granito rojizo del Precambriano o Paleozoico inferior y un batolito granodiorítico del Cretáceo superior al Terciario inferior, además de pequeñas intrusiones de andesita y diorita. Asociados con el batolito hay vetas de sulfuros que contienen oro, que han sido intensamente explotadas en el pasado. El oro aluvial del Marañón tiene su origen en estas vetas.
dc.languagespa
dc.publisherComisión Carta Geológica Nacional
dc.publisherPE
dc.relationComisión Carta Geológica Nacional, Boletín; n° 9
dc.rightshttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/deed.es
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess
dc.sourceInstituto Geológico, Minero y Metalúrgico - INGEMMET
dc.sourceRepositorio Institucional INGEMMET
dc.subjectGeología regional
dc.subjectEstratigrafía
dc.subjectGeomorfología
dc.subjectGeología estructural
dc.subjectGeología económica
dc.titleGeología del cuadrángulo de Pataz (Hoja 16-h) - [Boletín A 9]
dc.typeInformes técnico


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