dc.creatorFernández, Roberto
dc.date2001-04
dc.date2015-08-24T11:44:44Z
dc.identifierhttp://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/47350
dc.identifierissn:1667-1155
dc.descriptionLa etapa reciente -los '90- de la historia de Buenos Aires y su conglomerado metropolitano está signada por la circunstancia de la globalización, definible primariamente, como la intensificación del despliegue de las inversiones privadas en cualquier territorio apto para potenciar la rentabilidad y el desarrollo homogéneo de nuevos patrones de consumo, según dictados de una cultura más mediática también globalizada. Si bien se trata, aparentemente, de un proceso civilizatorio de llamativa capacidad de uniformizar el mundo bajo estos preceptos, su lógica inmanente contiene tensiones muy altas entre los diferentes niveles de calidad de vida de las poblaciones (por ejemplo, alrededor de una generalizada tendencia al aumento del desempleo y la relativización del trabajo regularizado y formal) y características extremadamente variables de productividad territorial dadas en lo que se suele llamar desarrollo de economías líquidas, o rápidos desplazamientos de las inversiones productivas sin tener ya mucha importancia la anterior relativa inercia de las localizaciones de las inversiones traducidas en infraestructuras. Un caso que ilustra acerca de este doble proceso de precarización del empleo y de mutabilidad de las localizaciones productivas es el comportamiento reciente de las actividades industriales, desplegada ahora según criterios de redes técnicas y no de cadenas fijas de montaje (lo que se supo definir como modelo fordista). En paralelo a estos procesos del desarrollo económico reciente ha ocurrido un cierto tipo de transformaciones políticas, inscripta en lo que autores neoconservadores como F. Fukuyama, llaman el fin de la historia: en efecto, la caída del muro de Berlín en 1989 -como metáfora de la desarticulación del llamado socialismo real y del mundo bipolar que al menos había permitido ciertas fluctuaciones de alineamiento sobre las que pivotaba alguna posibilidad de autonomías de decisión nacional o regional- emblematiza el arribo a una supuesta inexorabilidad neocapitalista, grávida de ajustes sociales tendientes a adaptar cada sociedad nacional o local a los imperativos del capital trasnacional o global en una supuesta carrera de mejoramiento de la competitividad. En Argentina dicha fecha coincide con el arribo al poder de Carlos Menem, rápidamente alineado con los dictados internacionales precedentes. Estas circunstancias implicarán directas consecuencias sobre el desarrollo de las ciudades y en particular, sobre el área metropolitana de Buenos Aires, no sólo en un sentido receptivo del tipo de ajustes que conlleva la nueva situación económico-financiera internacional, sino además en orden a buscar convertir algunas de estas ciudades regionalmente significativas, en epicentros del nuevo funcionamiento de la economía y por lo tanto, a la captura del rótulo de ciudad global, en tanto ciudades que concentran o administran resortes sustantivos de la nueva dinámica internacional, básicamente alrededor de su posible conversión en centros de comando del nuevo poder económico y a su vez, en ámbitos susceptibles de ofrecer un espectro nuevo de actividades muy rentables asociadas al sector terciario avanzado. En base a esta suscinta caracterización podemos anotar un grupo de observaciones o hipótesis acerca de transformaciones recientes de Buenos Aires como asociadas al ingreso a la esfera de la globalización tanto como a la competencia por obtener un rango de ciudad global.
dc.descriptionFacultad de Arquitectura y Urbanismo
dc.formatapplication/pdf
dc.format12-17
dc.languagees
dc.relation47 al Fondo
dc.relationaño 5, no. 6
dc.rightshttp://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
dc.rightsCreative Commons Attribution 4.0 International (CC BY 4.0)
dc.subjectArquitectura
dc.titleArquitectura global : Hay una arquitectura de/para la globalización?: Buenos Aires en los ‘90
dc.typeArticulo
dc.typeArticulo


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