capítulo de libro
Efectos de la expansión bananera sobre la salud humana y el sistema ecológico
Autor
Mata Jiménez, Leonardo
Mata Jiménez, Alfonso, J.
Institución
Resumen
Los europeos que arribaron al territorio de Costa Rica, le encontraron virtualmente recubierto de un manto de bosques y selvas milenarios, además de áreas menores de manglares y páramos, y algunos escasos claros con sembradíos de los amerindios (Solorzerto et al., 1991). La singularidad de ese casi extinto tesoro se puede apreciar todavía en los parques, reserves y refugios del país en donde se preserva lo que queda de la biodiversidad original (Boza, 1981). La población precolombina de Costa Rica, estimada en 80.000 a 300.000 (Denevan, 1992), había logrado convivir con el ecosistema sin alterarlo. Durante los primeros trescientos años de dominación europea, esa población fue virtualmente exterminada, mientras los inmigrantes y mestizos se multiplicaron hasta alcanzar 120.000 personas en 1864 (Estreber, 1865). Para entonces, solo se había destruido una pequeñita porción de los bosques para dar paso a siembras de maíz, frijoles, tubérculos y otros cultivos nativos que permitieron la supervivencia del europeo y de su descendencia. Pero ya se iniciaba Ia tala de árboles - con perdidas enormes pues la madera se dejaba podrir - por causa del lento pero sostenido desarrollo de pastizales y monocultivos (Solorzano et al., 1991). El primero en generar deforestación apreciable fue et café, que no obstante protegió en buen grado el suelo, preservando cierta biodiversidad por estar entreverado con árboles y plantas que dan sombra. La destrucción del bosque continuó, pero Ia degradación ecológica en gran escala se inició con Ia masificación de las siembras de pasto y de banano a finales del siglo XIX. A continuación describiremos el grado de deforestación del país, y sus repercusiones negativas en Ia salud humana y en los sistemas ecológicos.