dc.description.abstract | Dentro de la ciencia cognitiva se fueron afianzando estos dos modos muy diversos de concebir la tarea de investigación emocional, propiciada por la heterogeneidad del fenómeno y sus múltiples aristas: el enfoque cognitivo, por un lado; el enfoque, somático por el otro. Así, se profundizaron dos líneas de investigación con tesis y objetivos propios, que no vislumbraron la diferencia en la perspectiva y pretendieron mantener un diálogo, como si estuvieran hablando acerca de lo mismo. "Emoción" en cada uno de estos programas de investigación, refiere a algo distinto, es una cosa distinta. Y una consecuencia de la falta de claridad metateórica, es que estos paradigmas "simularon" tener un diálogo, ahí donde la comparación era en rigor difícil de practicar.De este modo, el plan que persigue de esta tesis apunta a mostrar cómo al interior de la pretendida investigación de la naturaleza de las emociones se operó un cambio de tema, y se configuraron dos corrientes o perspectivas, que pretendieron disputarse quién ofrecía la mejor descripción del fenómeno, cuando, estrictamente hablando, cada una de ellas estaba sirviendo, más o menos adecuadamente, a un propósito diferente.En ese sentido, la investigación se encuentra estructurada a partir de dos tesis fundamentales. La primera es que la individualización de las perspectivas (la somática, la cognitiva, y luego también algunos intentos por reunirlas en un enfoque mixto), y la adecuada identificación de sus propósitos y objetivos, permitirá desarticular una discusión que ha estructurado la investigación emocional desde los años 80.la segunda tesis que defenderé: si hemos de ofrecer una caracterización de la emoción (de cada emoción), es menester dar un paso más allá de la ciencia cognitiva ortodoxa, dejando atrás los constreñimientos que la ciencia cognitiva clásica, de profunda raigambre cartesiana, le ha impuesto a la investigación de las emociones. En ese sentido, la indagación en horizontes no-clásicos, o post-cognitivos(P. Calvo & Gomila, 2008), principalmente el enfoque enactivo (Colombetti, 2007; Colombetti & Thompson, 2007; Varela, Thompson, & Rosch, 1991), me permitirá mostrar que el abandono del marco teórico cognitivista/cartesiano, y consiguientemente la cancelación de ciertas limitaciones conceptuales que conllevaba la adopción de ese marco teórico, hacen posible la caracterización del fenómeno emocional de manera integral, que haga lugar al espíritu de las motivaciones que tuvieran los enfoques somáticos y cognitivos, y que sin embargo, no pudieran resolver en su propia arena. Así, ha de advertirse que estas perspectivas no deben ser concebidas como antagónicas o contrarias. Específicamente, mostraré cómo la propuesta de Colombetti y Thompson (2007), al reapropiarse de la noción de valoración, hace patente no sólo cuán compatible ésta es con el marco conceptual enactivo, sino incluso, cuánto se beneficiaría conceptualmente cualquier abordaje valorativo si se atreve a reemplazar su concepción cartesiana clásica de la cognición y la mente toda, por aquella propia de la nueva ciencia de la mente. | |