dc.creatorLariguet, Guillermo Claudio
dc.date.accessioned2021-12-21T12:36:00Z
dc.date.accessioned2022-10-15T12:22:30Z
dc.date.available2021-12-21T12:36:00Z
dc.date.available2022-10-15T12:22:30Z
dc.date.created2021-12-21T12:36:00Z
dc.date.issued2019
dc.identifierLariguet, Guillermo Claudio; Cuando los filósofos políticos se equivocan: Un ensayo sobre el fantasma de Siracusa; Brujas; 2019; 163
dc.identifier978-987-760-248-7
dc.identifierhttp://hdl.handle.net/11336/149086
dc.identifierCONICET Digital
dc.identifierCONICET
dc.identifier.urihttps://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/4385497
dc.description.abstractEn el año 388, a. C., Platón viajará a Siracusa, la principal ciudad de Sicilia, donde Dionisio, tirano, pide su ayuda y su consejo. Allí entrará en contacto con Dion, cuñado de Dionisio. Este quería que su cuñado proporcionase una constitución a Siracusa, conforme a las mejores leyes. Así está reflejado en la Carta VII de Platón. Pero Siracusa, con su tirano a la cabeza, estaba en guerra abierta con Cartago, una gran potencia comercial y militar emergente. En el encuentro entre ambos, se diserta sobre la virtud, el conocimiento y la justicia. Con todo, es el tirano quien tiene más difícil el dominio de sí mismo, sin el cual no hay verdadera virtud; por lo tanto, tampoco tiene verdadero gobierno. Dionisio se ve incapaz de seguir los consejos del filósofo y Platón se vuelve a Atenas, después de haber sido apresado por unos piratas, esclavizado y finalmente rescatado. Fue reconocido en el mercado de esclavos de Egina por Aníceris de Cirene, filósofo amigo que lo reconoció, pagó su rescate y volvió a Atenas. El referido hecho histórico, relatado con una tácita dosis de humor, nos transmite un dato perturbador: ni siquiera un gran filósofo, artista de la definición, predecesor de lo que luego los filósofos denominaremos el análisis de los conceptos; un filósofo, digo, devoto de la verdad y del poder del argumento, como Platón, está exento de equivocarse y mucho. Pero, ¿qué significa que un filósofo se equivoque? Puesto el asunto de otro modo¿qué rol noble o innoble desempeñamos los filósofos en la vida pública A contestar esta pregunta se dirige este escrito. El estilo y el tono de mi voz, esta vez, no es el de un riguroso artículo académico (paper), sino, al menos eso espero, el de una voz fluida, pero con una dirección precisa.
dc.languagespa
dc.publisherBrujas
dc.rightshttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.5/ar/
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/restrictedAccess
dc.subjectFilosofía política
dc.subjectEquivocaciones
dc.subjectPartición mental
dc.subjectIntervención filosófica en la vida pública
dc.titleCuando los filósofos políticos se equivocan: Un ensayo sobre el fantasma de Siracusa
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/publishedVersion
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/book
dc.typeinfo:ar-repo/semantics/libro


Este ítem pertenece a la siguiente institución