dc.creatorAyarragaray, Evangelina
dc.date1907
dc.date2009-09-17T03:00:00Z
dc.identifierhttp://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/12787
dc.identifierhttp://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/library?a=d&c=arti&d=Jpr1375
dc.descriptionLa experiencia y la ciencia han demostrado que la luz solar intensa, al mismo tiempo que es indispensable á nuestras funciones vitales destruye los microbios que se multiplican alrededor de los grandes organismos. Las calorías suministradas por los rayos solares, secan y calientan las paredes de nuestras habitaciones y ejercen también una influencia microbicida puesto que está demostrado que la sobrevivencia de los gérmenes está en razón inversa á la desecación de la materia orgánica. Además, reemplazan el calor que nuestro cuerpo pierde por radiación y producen movimientos del aire alrededor de nosotros, es decir, alejan el aire espirado y aproximan el puro.
dc.descriptionFacultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
dc.formatapplication/pdf
dc.format461-470
dc.languagees
dc.rightshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
dc.rightsCreative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International (CC BY-NC-SA 4.0)
dc.source<a href="http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar" target="_blank">Memoria académica</a>
dc.subjectCiencias de la Educación
dc.subjectPedagogía
dc.subjectEducación
dc.titleHigiene. Orientación : La luz y el calor del sol como agentes poderosísimos de la salubridad
dc.typeArticulo
dc.typeArticulo


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