dc.description | Bien sabemos que la inmigración de países limítrofes hacia Argentina es de larga data,
ya que desde el primer censo de 1869 comienza a haber registros de su presencia. Por
ello, podemos caracterizar a la migración paraguaya como histórica y a la vez
contemporánea (Pacecca, 2013). Durante el siglo XIX y parte del siglo XX la
inmigración proveniente de países limítrofes se estableció en las provincias argentinas
fronterizas al país de origen. En el caso de migración paraguaya, se localizaron
mayormente en Misiones y Formosa, lugar que convocaba debido al trabajo agrícola y
rural, muchas veces, siguiendo el ritmo de las cosechas. Para la década de 1960, se
trasladan a las ciudades a causa del estancamiento económico que atravesaron las
economías regionales rurales, más precisamente al Área Metropolitana de Buenos
Aires, siguiendo el modelo de migración interna (Abínzano, 1986).
Entre la población extranjera, los ciudadanos de origen paraguayo constituyen el
principal colectivo con más de medio millón de personas (INDEC, 2010). Este proceso
es acompañado por un aumento gradual de las mujeres en dichos flujos -6 de cada 10
migrantes paraguayos son mujeres (INDEC, 2010). Courtis y Pacecca (2010) advierten
que el género interviene como categoría estructurante en el proceso migratorio. Como
bien afirma Gaudio (2012), la feminización de la migración paraguaya estuvo
estrechamente vinculada a las oportunidades ocupacionales generadas por el sector del
servicio doméstico en el mercado laboral local. Por su parte, Messina (2015) analiza las
condiciones socioeconómicas de las trabajadoras domésticas paraguayas, los cambios
normativos en la política migratoria argentina y la reciente legislación sectorial de 2013.
En lo que respecta a los varones, la inserción sectorial de la mano de obra se da
mayoritariamente en la construcción (Del Águila, 2017).
De acuerdo con el relevamiento realizado en el Censo Nacional de Población y
Vivienda del año 2010, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) residen
80.325 habitantes nacidos en el Paraguay. La Comuna 4, que comprende los barrios de
La Boca, Barracas -y la villa 21-242
- Parque Patricios y Pompeya, se compone de un
total de 218.245 habitantes, de los cuales 17.286 son paraguayos. En el último censo
barrial realizado por el Instituto de la Vivienda (IVC) en 2018 se censaron 30.552
habitantes, de los cuales 531 lo hicieron con la Cédula de Identidad Paraguaya,
convirtiéndose en mayoría con respecto a otras nacionalidades. Aunque fuentes
extraoficiales hablan de “75 mil familias paraguayas establecidas al interior de los
límites geográficos de la Villa 21-24”3
.
Esta investigación se centra en uno de los barrios más postergados de la zona sur de
CABA, más precisamente en la llamada villa 21-24 del barrio de Barracas, donde se
concentra la mayor cantidad de personas de origen paraguayo de toda la Ciudad. El
presente trabajo forma parte de un proyecto más amplio como es el de mi tesis de
licenciatura. Mi objetivo es describir y analizar un conjunto de prácticas que constituyen
encuentros entre el Estado y los migrantes. Busco dar cuenta de la importancia de la
dimensión barrial y de las redes de solidaridad construidas entre los migrantes y las
organizaciones e instituciones para promover el acceso a derechos.
Gracias a las redes de compatriotas y de vecindad que vienen de larga data, y al
complejo entramado institucional, se amplían las fronteras de la ciudadanía establecidas
a partir de la ley4
. Más específicamente, la intervención la Junta Vecinal de la villa
21-24, en conjunto con la Parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé es clave para
vehiculizar y promover el acceso a derechos sociales y políticos de los migrantes. | |