Rafael Cadórniga (1927-1999) fue un farmacéutico español que se destacó en todos los campos de la profesión. La docencia constituyó el centro de su actividad. Su tesis doctoral fue realizada en el área de la fisicoquímica. En el año 1955 se hizo cargo de la cátedra de Farmacia Galénica de la Universidad de Santiago de Compostela. Tres años después se convirtió en Profesor Titular de la misma por concurso. Fue un acérrimo defensor de promover y mantener un muy buen nivel educativo. Es de destacar también la formación de recursos humanos que llevó a cabo. Se desempeñó como Jefe del Servicio de Farmacia del Hospital General de Galicia, y del Hospital Clínico de San Carlos de Madrid. La complementación de su actividad académica con la hospitalaria despertó su interés en 1960 por la Biofarmacia, que recién comenzaba a desarrollarse. Formó parte de numerosas instituciones españolas e internacionales, muchas de las cuales lo tuvieron como socio fundador. Recibió gran cantidad de premios y distinciones a lo largo de su vida y en junio de 2000 se le otorgó a título póstumo la Gran Cruz de Alfonso X el sabio, como reconocimiento de toda la sociedad española. Se tributa un justo homenaje a un farmacéutico ejemplar.Rafael Cadórniga (1927-1999) was a Spanish pharmacist, who excelled in every field of the profession. The education was the center of his activity. He obtained the Ph.D. grade in physical chemistry and in 1955 he became responsible in the Galenic Pharmacy Chair of the University of Santiago de Compostela; three years later he was nominated Full Professor. He was a great supporter of promoting and sustaining a high educative level. It is also remarkable the formation of human resources he carried out. He was nominated Chief of the Pharmacy Service of the "Hospital General de Galicia" and then of the "Hospital Clínico de San Carlos de Madrid". The complement of his academic activity with the clinician one awaked his interest by "Biopharmaceutics" in 1960, a signature that was starting its development. He was member of a number of Spanish and international institutions, many of them had him as a foundator partner. He received many awards along his life, and on June 2000 his country gave him, as post-morten grade, the "Gran Cruz de Alfonso X el sabio" as an acknowledgement of the Spanish community.